Los efectivos fueron procesados, 3 años después de ocurrido el hecho, por desparición forzada, tortura y asesinato del joven que llegó a Rosario desde Florencio VArela para visitar a sus familiares, en octubre del 2014.
Los agentes Franco y Víctor Villarruel fueron condenados a 23 y 20 años de prisión efectiva, respectivamente, al ser hallados culpables del homicidio de Matías Ezequiel Sosa, un vendedor ambulante de 25 años que vivía en Parque Casas.
Familiares, allegados y un grupo interdisciplinario de profesionales conformaron la organización para brindar asesoramiento y contención a personas que atraviesan la misma situación que los 19 policías acusados por la muerte de Franco Casco.
En la audiencia indagatoria que se realizó en la mañana de este lunes, dos de los tres policías de la Ciudad detenidos reconocieron que efectuaron disparos contra el vehículo en el que se desplazaban Lucas González y tres amigos. Además, ninguno de los uniformados dijo haber visto armas en poder de los adolescentes.
Los tres jóvenes que iban con Lucas González en el mismo auto que fue baleado por tres efectivos de la Ciudad de Buenos Aires dieron declaración hoy frente a los fiscales que se encuentran investigando el hecho ocurrió el pasado miércoles en el barrio porteño de Barracas.
Se trata del inspector Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, quienes se desempeñaban en la brigada de Sumarios e Investigaciones de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad.
El joven fue ultimado con tres disparos el 16 de diciembre de 2018, en la puerta de su casa, tras una discusión con los dos uniformados, hermanos entre sí. Un plomo le impactó en el pecho y dos en la cadera, y falleció cuatro días después..
Allegados a los 19 policías procesados por la desaparición y muerte de Franco Casco repudiaron el acto que se realizó en la UNR para la presentación de un libro que cuenta la vida del joven de Florencio Varela y una versión de lo ocurrido, que aseguran es "un evento público de carácter antidemocrático, reaccionario y fascista".
A poco más de 7 años de la muerte de Franco Casco, la justicia no resuelve y son muchos los que van quedando en el camino sin encontrar una respuesta. Tres mujeres, madres de policías acusados murieron pidiendo justicia por sus hijos, que consideran injustamente encarcelados.
Así lo aseguró la fiscal Valeria Haurigot en conferencia de prensa. Los 6 uniformados, fueron imputados por los delitos de cohecho y falsedad ideológica y están sospechados de proteger y favorecer a la banda de "Los Pimpis", en detrimento de otra banda narco de la zona.
De los seis uniformados, cinco de ellos revistaban en la comisaría donde apareció muerta María de los Ángeles Paris en 2017. Todos fueron acusados de los delitos de cohecho, falsedad ideológica de documento público e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
Familiares de los policías acusados por la muerte del joven, y detenidos desde hace 4 años en prisión preventiva, solicitan ser escuchados por la Secretaría de Derechos Humanos.