La Confederación General del Trabajo (CGT) encabezó una importante movilización en Buenos Aires y emitió un duro documento contra el gobierno de Javier Milei, al que acusó de aplicar un «ajuste brutal» y de no contar con un plan económico «sustentable ni consistente«.

Además, en el acto de cierre y en una conferencia posterior, se ratificó el paro general convocado para el 9 de mayo.

El escrito, publicado el Día del Trabajador, indica que «en defensa de los derechos Laborales, Sociales, Previsionales y del Modelo Sindical», los sindicatos denuncian que los trabajadores transitan «un grave momento» marcado por un Gobierno que, «en nombre de una mal entendida ´libertad de mercado´, implementa un ajuste brutal que sufren especialmente los sectores de menores ingresos, las clases medias asalariadas, jubilados y pensionados«.

«Precios liberados en alimentos, en medicamentos, en energía y en los servicios esenciales y salarios disminuidos en su poder de compra. Paritarias intervenidas por el ministro de Economía que impide la adecuada actualización de los salarios; recesión y aumentos incesantes que generan caída en los niveles de actividad económica y los índices de consumo básicos, que —en la práctica— representan una fenomenal transferencia de recursos hacia los sectores más concentrados y privilegiados de la economía«, enumeraron al respecto.

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En la misma línea, ampliaron: «Todo esto ante un gobierno que no muestra un programa económico sustentable ni consistente, que no proyecta un horizonte de expectativas alentadoras a futuro, ni hacia un crecimiento integral con inversión productiva y no solo financiera».

Para la central, la administración libertaria no tiene diálogo social, es decir que sólo se vincula con los representantes de «intereses amigos«, y «agrede y deshecha a los trabajadores y a sus organizaciones, menosprecia a los jubilados y pensionados que no pueden esperar, se desentiende de la atención de los más vulnerables».

En el documento, también denunciaron que Milei «discrimina a las y los hacedores de la economía popular, desfinancia la salud pública, la educación pública, la ciencia, la tecnología y la cultura, mientras se deteriora gradualmente el valor capital de las pequeñas y medianas empresas y comercios, profundizando así el grave cuadro de pobreza estructural e indigencia que devasta nuestra comunidad».

Con el paro nacional previsto para el jueves 9 de mayo como frontera, los sindicatos llamaron a potenciar al movimiento obrero desde la central y convocaron a los más amplios actores sociales e institucionales a construir un programa de consenso multisectorial.

«Nadie por sí solo puede arrogarse cambiar la cultura de un pueblo que se construye y consolida a través de la historia, porque ese cambio pertenece al conjunto de la comunidad argentina», remarcaron.

Con motivo del 1º de mayo y en plena convocatoria a movilizar, aprovecharon la jornada para reclamar por «las necesidades que deben ser atendidas y reparadas» en un contexto en el que «los derechos sociales, laborales, sindicales y previsionales se encuentran amenazados«.

«Es un día de reivindicación y defensa de las conquistas y derechos adquiridos que se pretenden vulnerar sin respetar la voz de las y los trabajadores», concluyeron.