«Sin trabajo no hay riquezas y si no se la distribuye a los trabajadores, se la llevan los empresarios»
"El trabajo es social y productivo cuando dicen que no hay condiciones para distribuir, mienten, se puede verificar en la realidad. Según el Indec en 2021 y 2022 la riqueza se acrecentó pero se concentró en las grandes empresas", afirmó el economista.
Conclusión Buenos Aires – Aldo Battisacco
El doctor en Ciencias Sociales y docente universitario, Julio Gambina, analizó en diálogo con Conclusión los objetivos de política económica y productiva de Javier Milei, señaló las transformaciones estructurales que se propone en la sociedad argentina, al tiempo que indicó que el líder libertario tiene un plan trazado, que, esta lejos de ser improvisado, porque tiene como norte la dolarización.
Para el economista, en este contexto de ajuste, «lo primero que hay que hacer es actualizar los ingreso populares, salarios, jubilaciones y planes sociales, todos los días nos enteramos que suben los precios pero nunca nos enteramos como sube el precio de la fuera de trabajo, a través del Indec conocimos que la evolución de precios de enero, y nos enteramos que fue de 20,6 por ciento y anualizado el índice llega a 254, 24 por ciento, es decir, una inflación de 260 por ciento».
Argentina es el país con la inflación más alta del mundo, y esto genera la mayor transferencia de ingresos de la mayoría empobrecida a un núcleo muy concentrado de poder
«Argentina es el país con la inflación más alta del mundo, y esto genera la mayor transferencia de ingresos de la mayoría empobrecida a un núcleo muy concentrado de poder». «Entonces, lo que hay que hacer, es generar condiciones para ingresos sociales incrementados, para que se hagan realidad derechos constitucionales como el derecho a alimentarse, educarse y sanarse. Pero para lograr esto es necesario un cambio estructural profundo, del orden económico social», planteó.
Entre las medidas que son necesarias para salir de la situación en la que está sumiendo Milei al país, Gambia entiende que «hay que reorientar la producción y la circulación de bienes, no se trata de producir cualquier cosa, hay que producir aquello que resuelva en función de esta prioridad, alimentar a los argentinos y en la medida de lo posible contribuir a alimentar la población de la región y del mundo».
El especialista en economía iberoamericana, señaló que nuestro país y América Latina y el Caribe tienen «una potencialidad enorme en eso que se llama recurso naturales o bienes comunes, poseemos tierra, agua dulce, minerales de todos tipo, y tenemos todo lo que se necesita para producir satisfacer la necesidad de la población».
El docente aclaro que «este no es el objetivo principal de la política económica, el principal objetivo es que el capitalismo funcione, y para esto tiene que haber rentabilidad, el objetivo principal de la política económica es la ganancia, y estas ganancias las perciben las grandes empresas de producción y servicios que son los que definen el consumo. Cuando se piensa en producción de alimentos se piensa en la producción agraria, donde hay grandes transnacionales de la biotecnología y de la alimentación y además en forma asociada, grandes transnacionales de la distribución».
Gran parte de la riqueza socialmente generada es la que se fuga del ´país, sea para pagar deuda o constituir activos de argentinos en el exterior, el BCRA informó que hay 400 mil millones de dólares
«En el caso argentino, cuando compramos en un super «es parte de una cadena transnacional, o incluso una cadena local vinculada al mercado mundial, y se las puede ver en cualquier ciudad del país», precisó el presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas.
Según Gambina, estas cadenas, «también funcionan como entidades financieras, que definen la economía argentina están vinculados a las transnacionalización de la banca. Por el DNU los bancos se sienten liberados para cobrar lo que quieran en función de los créditos otorgados por tarjetas de crédito». «Bancos, grandes empresas del agro y la industria, es un núcleo concentrado que son los que fijan precios, en todo caso hay competencia entre ellos, las empresas que venden combustibles ninguna de ellas pertenece a pequeños o medianos empresarios, puede que alguno tenga una estación de servicio pero venden los productos de muy pocas petroleras».
Javier Milei
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