La inflación de los trabajadores se ubicó en el 7,4% en junio, desacelerándose en 1,7 puntos porcentuales respecto a los registros de mayo, que había sido el valor más alto desde abril de 2002, según indicó el relevamiento del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET) y el Centro para la Concertación y el Desarrollo (CCD).

El informe va en línea con otros estudios privados y el Relevamiento de Expectativas del Mercado que dio a conocer el Banco Central de la República Argentina (BCRA) el viernes pasado, donde las principales consultoras ven a la inflación de junio en 7,3%.

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De esta forma, según la UMET, la inflación alcanzó el 52,5% en los primeros seis meses del año, cifra que si se anualiza para el resto del año se transforma en un 132,5%. En tanto, la inflación interanual alcanzó al 118,5% y mostró la decimoséptima aceleración consecutiva.

Durante junio, el alza estuvo motorizada nuevamente por los gastos en vivienda, que subieron 10,6% impulsados por subas en electricidad, expensas y alquileres.

En tanto, Alimentos y bebidas estuvo por debajo del índice general con una suba de 6,6%.

Para el director del CCD, Nicolás Trotta, ahora “es fundamental que la renegociación del acuerdo con el FMI logre contener los aspectos inflacionarios de las metas fijadas, para limitar lo máximo posible sus efectos sobre los salarios”.

Según el análisis de los expertos del IET, la inflación de junio estuvo motorizada nuevamente por Vivienda (+10,6%), impulsada por subas en electricidad, expensas y alquileres. En segundo lugar, está Recreación y cultura (+10%), seguido por Educación (+9,9%), Salud (+9,2%), Comunicaciones (+8,2%) y Equipamiento y mantenimiento del hogar (+7,9%).

Por el contrario, sectores como Otros bienes y servicios (+6,8%), Alimentos y bebidas (+6,6%), Transporte (+4,4%) e Indumentaria y calzado (+4,2%) se ubicaron por debajo de la media.

Dentro de Alimentos y Bebidas, el rubro de mayor peso en la canasta, las mayores subas se dieron en lácteos (8,6%) y aceites y grasas (8,4%). En tanto, amortiguaron el índice las carnes (con subas del 3,6%) y principalmente productos estacionales como frutas (-1,7%, impulsadas por la naranja, que cayó 14,4%) y verduras (1,6%, lo que se explica por la lechuga -que cayó 5,2%- y el tomate perita, que bajó 6,2%).

Por su parte, el coordinador general del IET, Fabián Amico, explicó que “el índice de precios de junio viene marcado por elementos de aceleración como las tarifas y precios regulados, y de desaceleración como alimentos”.

“En la suba de las tarifas inciden decisivamente las exigencias contenidas en el acuerdo con el FMI”, precisó.

“Por el lado de alimentos hubo una baja muy importante en los estacionales y en el precio de la carne, pero también en otros productos sustitutos. Esto se explica en parte por un ciclo interno de la carne con un exceso de oferta temporal y también por el descenso de los precios internacionales como el del trigo, que se usa para producir todo tipo de carnes”, añadió.