La Comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados debate desde las 13 de este martes –en el marco de una reunión informativa que cuenta con presencia de funcionarios, empresarios y referentes sindicales– un conjunto de proyectos que plantean la reducción de la jornada laboral, los cuales fueron presentados por legisladores de diferentes bloques.

Durante la reunión de la comisión, que preside la diputada del Frente de Todos, Vanesa Siley, se analizan siete expedientes sobre la reducción de la jornada laboral. Las propuestas fueron presentadas tanto por el oficialismo como por la oposición, representada en esta oportunidad por el Partido Socialista y el Frente de Izquierda.

De esas propuestas, cinco corresponden al Frente de Todos –presentadas por Claudia Ormaechea, Hugo Yasky, Sergio Palazzo, Eduardo Valdés y Mónica Litza– y dos a legisladores de la oposición, impulsadas por el socialismo, de la mano del santafesino Enrique Estévez, y por el Frente de Izquierda, con una iniciativa de Nicolás del Caño.

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Del encuentro también participa la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos; la embajadora de Chile, Bárbara Figueroa Sandoval; la secretaria Internacional de Cooperación y Migraciones de Comisiones Obreras de España, Cristina Faciaben; representantes de la CGT, CTA de los Trabajadores y CTA Autónoma y especialistas de la Unión Industrial Argentina (UIA), así como de la Corriente de Abogados laboralistas “7 de Julio”.

La idea de la comisión es impulsar un “diálogo tripartito con las instituciones invitadas a participar”, según se informó.

Al iniciar la reunión, Siley recordó que la ley vigente que establece las 48 horas semanales data de 1929 y puso de relieve que se está iniciando “un debate para modernizar y actualizar la legislación laboral que cumpliría dentro de cinco años, un siglo de establecida”.

“Es la primera pero no va a ser la última. Vamos a hacer muchas más reuniones”, anunció la diputada, al anticipar que la CGT “va a estar presente en la próxima reunión”.

Por su parte, la diputada y dirigente de la Asociación Bancaria Ormaechea destacó la importancia de avanzar en la reducción de la jornada laboral y dijo que “este debate se ha dado en todo el mundo con pruebas pilotos con resultados muy favorables”, al afirmar que “esta ley va a mejorar la distribución de los puestos de trabajo y en algunos sectores también la creación de puestos”.

En una primera reunión de la comisión, en mayo pasado, Yasky había señalado que la idea “es reducir horas en la jornada laboral de manera tal que en la semana se completen 40 horas de trabajo”.

Por su parte, Ormaechea dijo que se “plantea una reducción a 36 horas”.

En mayo, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de los Trabajadores, la CGT se pronunció a favor de la reducción de la jornada de trabajo semanal, que actualmente es de 48 horas, al sostener que ese sistema ya es “una antigüedad”, y que hay que avanzar en la legislación “como medio de generar más empleo y distribuir mejor el beneficio extraordinario del capital”.

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El primer expositor en hablar fue Ricardo Peidró, secretario adjunto de la CTA Autónoma, quien argumentó que reducir la jornada laboral contribuye “en la responsabilidad familiar compartida” entre hombres y mujeres, al tiempo de recordar que “la pelea por la jornada laboral es constitutiva del movimiento sindical; está en el ADN de nuestras organizaciones esta pelea”.

Por su lado, la secretaria Internacional, Cooperación y Migraciones de Comisiones Obreras de España, Cristina Faciaben, se comunicó por zoom y contó que en dicho país la jornada laboral se determina por convenio colectivo. “La cobertura es del 86% de los trabajadores, es decir hay un 15% de la clase trabajadora que no tienen cobertura y están bajo la normativa mínima que es el estatuto de los trabajadores que fija la jornada máxima semanal en 40 horas exigiendo que haya un descanso de 12 horas entre jornada y jornada y el máximo de una jornada ordinaria pueden ser 9 horas”, precisó.

“Desde las comisiones obreras defendemos la reducción del tiempo de trabajo por muchas razones que ya se han apuntado. Tiene comprobado efectos positivos, tanto para las empresas como los trabajadores, es la parte más importante. Además, da respuesta a las necesidades manifestadas por los propios trabajadores y da una autonomía. Racionaliza los tiempos, hay que pensar en los usos del tiempo más allá del trabajo, en forma global como escuela, televisión, fútbol”, detalló Faciaben.

El editor de la sección economía de La Izquierda Diario, Pablo Anino, colaboró en el proyecto que presentó el diputado nacional Nicolás Del Caño (FIT) estuvo presente en la Comisión de Legislación del Trabajo y expresó: “es tratar esto porque contrapone a la agenda de la ultraderecha”, como así también agregó que “los salarios se cayeron el gobierno de Mauricio Macri y por la devaluación de Sergio Massa y el FMI”.

“Nosotros planteamos que, además de la reducción de la jornada, que nadie ganes menos de la canasta básica, sin flexibilidad y sin bajas de salarios”, señaló Anino, y añadió: “Bajo estas condiciones, esto debe ir con una lucha del sector trabajador”.

Del mismo modo, remarcó: “Reivindicamos la lucha mediante una discusión en el Congreso”, pero advirtió que “las centrales sindicales defienden corporativamente los derechos en un país donde hay trabajadores informales y desocupados”.

A su vez, consideró que, en caso de darse la reducción de la jornada de trabajo, “en las 12.000 grandes del país, se podrían generar 1,1 millón de nuevos trabajadores”. “Esto mejoraría las condiciones de vida de la clase trabajadora porque el trabajo bajo el capitalismo es sometido a la explotación”, cerró.

La ministra Olmos también se manifestó en favor de la reducción de la jornada laboral y planteó la posibilidad de que “se emita un despacho de consenso, para que pueda aprobarse efectivamente esta iniciativa, que está alcanzando importantes niveles de acuerdo”.

Además, adelantó el apoyo de esa cartera a esa iniciativa, promoviendo en tal sentido que en caso de adoptarse una modificación de la cantidad máxima de horas “se haga de una manera escalonada, con un horizonte y una previsibilidad”, y que a partir de fijar ese máximo de horas “fortalezcamos la competencia de la negociación tripartita de cada convenio para la mejor distribución de las horas máximas a los efectos de adecuar cada sector.

La funcionaria señaló que “si optáramos por un mecanismo de reducción, estaríamos impulsando una redistribución más adecuada de la productividad alcanzada, aportando al concepto de justicia social”.

El diputado nacional Eduardo Valdés (FdT), autor de uno de los siete proyectos presentados, sostuvo que “veo que los países de mayor índice Gini que son los que están reduciendo el horario laboral como Noruega, Alemania o Dinamarca”, y afirmó que “no es un tema ideológico porque lo discute la derecha inglesa”.

Asimismo, planteó que “las empresas más importantes fueron al calor de esos derechos laborales y los líderes del mundo se lo están debatiendo y se lo están planteando”. “Argentina tiene prestigios en el mundo con los derechos humanos y laborales”, indicó.

El diputado Martín Tetaz (Evolución Radical) dijo estar “a favor de la reducción”, y explicó que “los datos de Argentina son de mediados del 50, cuando eran 2060 horas mensuales y hay una tendencia constantemente a reducir”.

No obstante, propuso que “se ensayen y exploren instrumentos para la reducción de la jornada laboral porque no podemos sostener la productividad con la reducción de la jornada”. “No pretendamos que la causalidad va al revés. Generemos una normativa con incentivos”, señaló. Del mismo modo, planteó: “Hay sectores que no tienen sentido por ejemplo en tareas de cuidados y una serie de empleos, donde la norma no puede ser de carácter general”.

 

Y añadió: “Los incentivos son el camino correcto y el Estado debe llevar ese experimento que son de participación voluntaria”. “El conjunto de regulaciones puede tener un impacto, pero estaría bueno crear condiciones para que las empresas exploren modos alternativos o que puedan elegir cumplir 10 horas en 4 días porque el mercado de trabajo no es homogéneo”, concluyó.

Fuentes parlamentarias del oficialismo adelantaron que “la idea es acordar un proyecto que contemple textos presentados por legisladores de varios bloques que podrían confluir en una iniciativa para llevar de 48 a 40 o 36 horas la jornada semanal, con lo que se busca mejorar la productividad y generar empleo”.