La inflación al consumidor de Estados Unidos se aceleró en febrero hasta el 3,2 por ciento interanual, luego de desacelerarse a 3,1 por ciento en enero, indicando una presión inflacionaria persistente en el país, informó este martes el Departamento del Trabajo.

El Índice de Precios al Consumidor (IPC) aumentó 0,4 por ciento en febrero sobre una base ajustada estacionalmente, luego de subir 0,3 por ciento en enero, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales del Departamento.

En tanto, el índice de la vivienda aumentó en febrero, al igual que el de la gasolina. Combinados, estos dos índices contribuyeron con más del 60 por ciento del incremento mensual del índice de todos los artículos, señala el informe. El índice de energía subió 2,3 por ciento en el mes, ya que todos los índices que lo componen aumentaron.

El informe más reciente sobre la inflación mostró que el llamado IPC subyacente, que excluye los alimentos y la energía, aumentó 0,4 por ciento en febrero, como lo hizo en enero, luego de aumentar 0,3 por ciento en diciembre. El IPC subyacente se elevó 3,8 por ciento en los últimos 12 meses, por debajo del 3,9 por ciento registrado durante los 12 meses que concluyeron en enero.

Asimismo, el índice de energía disminuyó 1,9 por ciento en los 12 meses que terminaron en febrero, mientras que el índice alimentario se incrementó 2,2 por ciento en el último año.

Las presiones sobre los precios persistieron durante el período del informe, pero varios distritos reportaron cierto grado de moderación de la inflación, indicó la Reserva Federal de Estados Unidos en su Libro Beige publicado la semana pasada. El Libro Beige es una encuesta sobre las condiciones económicas basada en información recopilada de sus 12 bancos de reserva regionales.

El gasto de los consumidores, en particular en bienes minoristas, ha disminuido en las semanas recientes. Varios informes citaron una mayor sensibilidad a los precios por parte de los consumidores y señalaron que los hogares siguen reduciendo y evitando el gasto en bienes no esenciales, mostró el Libro Beige.

En una comparecencia ante el Congreso la semana pasada, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, reiteró que el banco central no está listo para empezar a recortar las tasas de interés, y señaló que necesita ver un poco más de datos antes de adoptar cualquier medida.