Desde la Casa Blanca estimaron que «tomará algunas semanas más para llegar al 70 % de todos los adultos al menos con una dosis».

El ambicioso objetivo del presidente Joe Biden de inmunizar contra el coronavirus al 70% de la población adulta con al menos una dosis de la vacuna para la emblemática fecha del 4 de julio, Día de la Independencia en Estados Unidos, no podrá ser cumplido, admitió este martes un responsable de la Casa Blanca.

Se trata para el mandatario demócrata de la primera meta no lograda en cuanto a inoculación, tras haber impulsado una masiva y persistente campaña desde el comienzo de su gestión.

Empero, la finalidad será alcanzada «por los adultos de 27 años y más» de ahora al 4 de julio, afirmó Jeff Zients, coordinador de la Casa Blanca de la lucha contra la enfermedad.

«Pensamos que tomará algunas semanas más para llegar al 70% de todos los adultos con al menos una dosis», estimó en una conferencia de prensa.

Hasta el momento, 65,4% de los mayores de 18 años recibieron al menos una inyección de una de los tres fármacos autorizadas en Estados Unidos, los de las farmacéuticas locales Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, este último de una sola dosis.

Pero el ritmo de vacunación se lentificó desde abril cuando llegó a un pico de 3,4 millones de dosis diarias.

El último promedio es de unas 850.000 dosis diarias, según los datos de las autoridades sanitarias, una cifra que incluye los niños y adolescentes de 12 años o más vacunados con la Pfizer.

Biden también se había fijado que 160 millones de estadounidenses hubieran completado su vacunación para la misma fecha, pero hasta el momento faltan 10 millones de personas para cruzar la meta.

Ese objetivo debería alcanzarse de aquí «a mediados de julio», según Zients, citado por la agencia de noticias AFP.

La inmunización varía fuertemente entre los 50 estados; 16 de ellos y la capital federal Washington ya alcanzaron el umbral de 70% de adultos con al menos una dosis.

Se trata especialmente de aquellos situados en las dos costas, aunque las diferencias son enormes con otros estados más resistentes, como Alabama, Luisiana o Wyoming, pese a todo tipo de incentivos que están ofreciendo sus gobernadores, incluso los más llamativos como cerveza y cigarrillos de marihuana gratis, para convencer a los indecisos o reacios.

La primera potencia mundial sigue siendo la más afectada por la pandemia, con 33,5 millones de contagios y 602.000 muertes.