La semana pasada, un tribunal falló a favor de Johnson & Johnson, Allergan, Endo International y Pharmaceutical Industries, entre otras, acusadas por distintos gobiernos locales de usar publicidad engañosa para vender medicamentos a base de opioides y así aumentar sus ganancias.
De esta forma, el inmunizante se suma a Covaxin, del laboratorio indio Bharat Biotech; a Covishield, de AstraZeneca y producida en el Instituto Serum de la India; la rusa Sputnik V, y la estadounidense Moderna.
El presidente norteamericano también se había fijado que 160 millones de estadounidenses hubieran completado su vacunación para la misma fecha, pero hasta el momento faltan 10 millones de personas para cruzar la meta.
El Gobierno suspendió el uso de la vacuna contra el coronavirus Johnson & Johnson (J&J) para menores de 41 años tras la muerte de una persona que había recibido la inyección.
Según indicó una autoridad nacional de Salud, por consecuencia de su uso se produce un tipo de trombosis venosa muy poco común. Había encargado 8,2 millones de dosis a la espera de una evaluación iniciada en abril.
Hoy la EMA anunció que va a estudiar los casos de personas que se hayan desarrollado coágulos sanguíneos en Estados Unidos luego de recibir la monodosis de la vacuna de Johnson & Johnson.
Desde hoy, las autoridades sanitarias recomendaron poner una pausa a la vacuna de Johnson & Johnson "por precaución", mientras investigan si produce coágulos sanguíneos.
La propuesta fue presentada en octubre del año pasado y se tratará recién en esta reunión, aunque en el puesto 12 de un extenso temario de 18 puntos. Tiene el apoyo de los países de ingresos medio y bajo y resistida por la Unión Europea y Estados Unidos, sedes de los grandes grupos farmacéuticos.
El presidente Iván Duque anunció la compra de 10 millones de esa vacuna, como así también otros 10 millones de la AstraZeneca/Oxford y 9 millones de Johnson & Johnson a través de acuerdos bilaterales. Planean iniciar el proceso de inmunización de la población en febrero.
La funcionaria de la entidad global, Mariângela Simão, destacó que es "imposible" inmunizar a todos, pero sí se podría hacerlo con "los que lo necesitan" en todos los países.
Es la segunda vez que las pruebas deben detenerse, después de una experiencia similar que sufrió un voluntario al que se le suministró una dosis fabricada por el laboratorio AstraZeneca en colaboración con la universidad inglesa de Oxford.
En 2016, un tribunal de Missouri (Estados Unidos) había ordenado a la multinacional pagar 72 millones de dólares a la familia de una mujer que falleció con cáncer tras relacionar la enfermedad con el el talco ‘Baby Powder’ del grupo. Aún enfrenta otras 20.000 demandas