Las panaderías rosarinas mostrarán, en los próximos días, subas de precios que rondarán entre el 10% y el 15%. Los comerciantes advirtieron que estos incrementos están por debajo de los que registraron algunas materias primas como harina, aceites, margarina y dulces, pero aseguraron que trasladar la totalidad de estas alzas a los precios finales sería letal para las ventas.

En diálogo con Conclusión, el referente de la Cámara de Panaderos y Afines de Rosario, Diego Rubio, manifestó: “Va a haber un nuevo incremento en los panificados, porque el corrimiento de costos que estamos teniendo desde la devaluación hacia acá es muy fuerte. Vamos a intentar trasladar lo menos posible, al menos hasta que haya una reconstrucción en los salarios de nuestros clientes. Notamos que el poder adquisitivo de la gente está a la baja”.

Asimismo, el panadero se mostró muy preocupado ante la posibilidad de que se quiten subsidios a las tarifas energéticas: “En este sector somos usuarios intensivos de luz y gas, hoy una panadería promedio, sin reparto, es decir, que produce sólo para su mostrador, gasta en promedio $500.000 en luz y gas. Hay quienes dicen que estos gastos podrían multiplicarse por siete, y en ese caso sería condición de quebranto, no sé cómo podríamos afrontarlo”.

“Como antecedente tenemos lo que pasó en el 2017 –continuó–, cuando la tarifas aumentaron en esos niveles. En Rosario eso llevó a que el 20% de las panaderías habilitadas cerraran o comenzaran a operar en la clandestinidad”.

En este sentido, Rubio detalló que actualmente en la ciudad el número de panaderías que trabajan de forma clandestina es “muy similar al del 2001”, aunque la situación podría agudizarse en caso de que el Gobierno Nacional lleve adelante un tarifazo.

“Hoy estamos mucho peor que en 2017, si pasara algo así sería mucho más catastrófico. Esperamos que el Gobierno entienda y que nos escuche”, expresó el panadero.

Al ser consultado por el nivel de ventas, indicó que en verano se comercializan menos panificados, pero advirtió: “Notamos que a los asalariados le está rindiendo mucho menos el dinero. La devaluación fue muy fuerte y los salarios no la acompañaron, el nivel de consumo en marcos generales tuvo una caída de casi 8%, a eso lo vemos reflejado en los comercios”.

Tras informar que el aumento en el precio de los panificados oscilara entre el 10% y 15%, Rubio aseguró que el sector “no puede trasladar el 100% de los costos al precio final porque sino no se vende”.

Además, destacó que “todos los insumos acompañaron el aumento del dólar o incluso lo superaron”: la harina subsidiada multiplicó su precio por tres, mientras la no subsidiada duplicó su valor; las oleaginosas –como el aceite– subieron más del 100%, igual que las margarinas, los dulces y los descartables. Por último, Rubio indicó que los panaderos actualmente “no están en condiciones de comprar maquinaria”.