Los cortes de carne vacuna en Rosario están registrando una suba de entre el 10% y el 15%, mientras que el panorama en la materia es poco alentador: a causa de la sequía que el país sufrió durante los años anteriores y de la apertura de exportaciones que impulsa el Gobierno de Javier Milei, se espera que haya una caída en la oferta de hacienda y, con ella, un alza en los precios del comercio interno.

Para conocer más sobre esta situación, Conclusión dialogó con el presidente de la Asociación de Carniceros de Rosario, Juan Ramos, quien indicó: “Estamos registrando aumentos. Nosotros nos guiamos por el Mercado de Cañuelas, que es donde se pacta el precio de la hacienda en pie a nivel nacional, y estos días ha tenido un alza del 10% o 15% de acuerdo a la categoría”.

Y explicó: “La carne en pie tiene un precio que se duplica por todos los gastos que hay en el comercio. Al carnicero en este momento la carne le llega a $3.800 o $4.000, más o menos, y en base a estos números calcula el precio de venta”.

Por otro lado, Ramos anticipó una situación complicada de cara a los meses venideros, ya que la oferta de carne podría disminuir: “Estamos saliendo de una sequía muy importante, y este año va a haber una faltante de oferta de hacienda, porque ante la escasez de agua los productores vendieron los animales. Por otro lado, está el tema de la exportación, que tiene alguna influencia en el precio interno del consumo”.

En los próximos días, la Mesa de Enlace se reunirá con autoridades nacionales para discutir, entre otros temas, la exportación de carne. Al respecto, el referente de los carniceros rosarinos advirtió: “El Gobierno tiene la firme intención de abrir las exportaciones. No sé si esta reunión lo solucionará, lo veo improbable porque la decisión está muy firme. El productor hoy elige engordar un poco más su animal para mandarlo a exportación porque obviamente los precios son totalmente distintos, estamos hablando de dólares versus pesos. Ojalá se llegue a un término medio, que se pueda exportar pero que no se perjudique al consumo interno”.

Tras asegurar que antes las exportaciones no afectaban al mercado interno, Ramos señaló que años atrás, del total del ganado faenado en el país, un 70% o 75% se destinaba al consumo interno mientras que el resto se exportaba, mientras que actualmente esta cifra bajó al 50%, aumentando así la carne que se envía al exterior y deja de estar en las góndolas argentinas.

Anteriormente estaba regulada la cantidad de carne que se debía destinar al consumo interno. “Había seis cortes populares –recordó Ramos– que no se podían exportar. Ahora con esta apertura todo se puede enviar al exterior, se está exportando todo el animal e incluso aparecen nuevos destinos como Israel”.

“Si hay menos oferta va a haber un aumento en las carnicerías. El carnicero sí o sí tiene que trasladar al público los aumentos, es el último eslabón de la cadena. Si hay poca hacienda se paga más cara y por ende los cortes en la carnicería se incrementan”, advirtió el comerciante.

Un consumo resentido

Al ser consultado sobre el nivel de ventas, Ramos advirtió que “hay un cambio muy importante” en los hábitos de compra, que se extiende tanto a los cortes vacunos como al pollo y al cerdo.

“Hoy la gente entra al negocio, pregunta los precios y ve hasta dónde llega con la plata que tiene. Actualmente se compran los cortes más baratos. La gente ve lo que tiene en el bolsillo y de acuerdo a eso elige qué le rinde más, si una palomita, que vale un poco menos, o un kilo de nalga. Van decidiendo la compra en el lugar, cosa que antes no pasaba”, comentó.

Además, aclaró que las compras son “día por día” y que “la gente ya no guarda más en el freezer como hacía antes”.

Al ser consultado sobre qué pasa con el asado, un menú que años atrás supo ser el clásico de una familia clase media durante los domingos, el carnicero advirtió: “Hoy en día se vende más surtido, un poco de costilla, vacío o cortes más económicos, una marucha o una cima”.

Asimismo, indicó que ante los aumentos de precios comenzaron a ganar protagonismo otros cortes vacunos por fuera del asado, pero que también son aptos para cocinar a la parrilla, como la tapa de asado o la tapa de nalga.