MARTES, 26 DE NOV

Las dos caras del Gobierno: más inflación «cuidada» y fintas mientras le cumple al FMI

Este lunes se presentará una nueva versión del programa Precios Cuidados, con el que se busca reducir el impacto de la inflación desde 2013, año desde el que la suba general de precios nunca bajó (en el mejor de los casos) de la franja del 30% anual. Continuidad política y guiños al FMI, pese a discursos y amagues.

 

Por Facundo Díaz D’Alessandro

El Gobierno se reunirá el lunes con empresas productoras de alimentos y artículos de consumo masivo para firmar un nuevo convenio que vuelva a poner en funcionamiento el programa Precios Cuidados, que en esta ocasión contará con unos 1.300 productos y aumentos promedio de 2% mensual.

De esta manera, la canasta de productos se duplicará respecto de la anterior versión del programa con el que se busca reducir el impacto de la inflación –con éxito dispar y distintas fisonomías- desde 2013.

Además, el valor de los artículos incluidos en esta edición de Precios Cuidados se irá actualizando durante el primer trimestre un 2% mensual. El programa venció el pasado viernes, cuando concluyó el congelamiento de 700 productos desde el 20 de octubre. La firma de este nuevo acuerdo fue producto de las negociaciones que encabezó el secretario de Comercio Interior, Roberto Feletti, con los empresarios.

«Hay predisposición al diálogo y el Gobierno plantea que busca garantizar una canasta amplia, diversa, con precios accesibles y con bienes de calidad, siempre representativa del consumo promedio de los argentinos», señalaron en su entorno.

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Pese a que no se rubricó formalmente el acuerdo de precios, algunos de los nuevos productos incluidos en esta etapa pudieron verse en las góndolas. El acuerdo alcanzará tanto a supermercados como almacenes (éste último tipo de comercios, junto a autoservicios y los denominados «súper chinos», suele aducir que se dificulta el acceso a este tipo de programas fuera de grandes cadenas) y habrá un precio diferencial por tamaño de comercio, debido a que durante la etapa del congelamiento hubo dificultades en los comercios de proximidad para garantizar el margen de rentabilidad.

Almuerzo de trabajo en el Palacio de Hacienda de funcionarios con empresarias y empresarios del sector de la alimentación, limpieza e higiene. Foto NA: MECON

El programa Precios Cuidados fue creado a finales de 2013 durante la gestión de Cristina Kirchner al frente de la Casa Rosada: el objetivo era -y es- contener la inflación en los productos de la canasta básica. También apeló a esta iniciativa Mauricio Macri durante su gobierno y ahora hace lo propio Alberto Fernández, en una clara continuidad en términos de medidas antiinflacionarias, la cual se profundizó esta semana con la suba de tasas de referencia del Banco Central (Leliq e intereses), una herramienta recesiva de política monetaria.

Visto bueno y vista gorda

Ese es, además (y pese a lo esgrimido por el presidente Alberto Fernández y el ministro de Economía Martín Guzmán ante los gobernadores) uno de los dos pedidos espinales del Fondo Monetario Internacional para alcanzar un acuerdo que le permita al Estado argentino saldar el millonario crédito solicitado en 2018.

En el cónclave de esta semana en Casa Rosada, al que asistieron mandatarios provinciales (algunos de quienes cuestionaron el tono y la estrategia oficial), Fernández y Guzmán plantearon que “la diferencia entre lo que plantea el Fondo y el Gobierno argentino consiste en diferenciar un programa que con alta probabilidad sostendría la recuperación económica que la Argentina está viviendo; es esencialmente un programa de ajuste de gasto real versus un programa que le dé continuidad a esta recuperación fuerte a la economía”.

El presidente y el ministro de Economía reciben el saludo de los gobernadores al finalizar la exposición sobre las negociaciones con el FMI. Foto NA: MARIANO SÁNCHEZ

No obstante, del comunicado del organismo publicado a finales de año en el cual se exponen las claves para avanzar en un acuerdo con la Argentina se advierte una relativa «flexibilidad» en términos fiscales, con tolerancia a un «gasto social». En cambio, si deja en claro cuales son los dos elementos que considera de primera magnitud cumplir: tasa de interés real positiva y promoción de la inversión extranjera directa y las exportaciones. Eso es, como había adelantado Conclusión, lo que el directorio del Banco Central se aprestaba a empezar a cumplir y eso es, efectivamente, lo que ocurrió esta semana.

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En un comunicado de prensa, el organismo que conduce Miguel Pesce anunció la puesta en marcha de un conjunto de medidas destinadas a reconfigurar los instrumentos de la política monetaria, entre los que se destaca un aumento de 2 puntos porcentuales en la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq), de 38% a 40% anual, y dijo que las medidas apuntan a “continuar acompañando el sendero de recuperación y reforzar las condiciones de estabilidad monetaria, cambiaria y financiera”.

“Estas decisiones procuran un reordenamiento del esquema de tasas de interés y una simplificación de la organización de la liquidez sistémica”, sostuvo la entidad monetaria. En este marco, estableció, en primer lugar, un aumento de 2 puntos porcentuales de la tasa de interés de la Leliq a 28 días de plazo, pasando de 38% a 40% anual.

Se decidió también expandir el límite máximo de tenencia de Letras de Liquidez a 28 días de plazo por hasta un monto proporcional al stock de depósitos a plazo del sector privado de cada entidad financiera. Al mismo tiempo, la autoridad monetaria avanzó en la creación de una nueva Leliq a 180 días de plazo, cuya tasa se fija en 44% anual.

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