Desde que asumió el gobierno de Javier Milei y solo en el primer trimestre, se perdieron 15.037 trabajadores de casas particulares, como clara respuesta del recorte presupuestario de los hogares ante la pérdida de poder adquisitivo y de fuentes de ingresos, según el Departamento de Control de Gestión de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo.

Uno de los sectores que más rápido responde a las crisis, contrayendo su ritmo de actividad, y que más lento se recupera es el trabajo en casas particulares, dado que es uno de los principales ajustes presupuestarios que realizan las residencias cuando el bolsillo aprieta.

La alta informalidad, los bajos salarios y las brechas de género son tres de los principales problemas estructurales del mercado laboral argentino. Si bien estas dificultades se presentan en distintos sectores, hay uno en el que se observan con particular claridad: el trabajo doméstico remunerado es la rama de actividad con las tasas más altas de informalidad (78 por ciento) y feminización (98 por ciento).

Por otro lado, Se destaca por presentar  una de las peores remuneraciones de todo el mercado de trabajo, señala un informe del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

Dado que los salarios formales a julio son de 284.794 pesos para personal con retiro y de 316.688 pesos para personal sin retiro. Sin embargo, por fuera de los puestos registrados existe un importante número de trabajadores y trabajadoras que son empleados en la informalidad y con ingresos menores (como porcentaje por hora trabajada) a los que se establece en la norma para el sector.

Según los datos de seguridad Social, como resultado de esta dinámica laboral seis de cada diez son pobres ya que, aunque tienen trabajo no están registradas, un 74 por ciento no tiene descuento jubilatorio, un 72 por ciento no recibe pago en caso de enfermedad, y un 73 por ciento no cuenta con cobertura de salud por obra social.

De acuerdo con datos de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, a marzo se mantenían activas 615.181 personas trabajadoras en casas particulares de parte empleadora afiliada, lo que representó una caída de 15.037 puestos respecto de noviembre último (630.218). Si se compara con el pico máximo de formalización del sector, enero de 2020 (646.000 puestos registrados), la baja fue de 30.819 empleos domésticos.