SáBADO, 30 DE NOV

Angustia e incertidumbre: el testimonio de gastronómicos ante el abismo de la crisis

Para empresarios del rubro en Rosario, la situación que atraviesan a raíz de la recesión -agravada por la pandemia-, a lo que se suma el decreto de cierre vespertino de la actividad, los ha dejado expuestos a un escenario difícil de llevar adelante. Piden a las autoridades rever el decreto para poder sostener abiertos los locales y mantener puestos de trabajo.

 

El decreto anunciado el viernes pasado por el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, respecto al cierre de todas las actividades -a partir de las 19.30- y bajo un contexto de crisis económica, cayó como un balde de agua fría sector de los gastronómicos, debido a la complicada situación que atraviesan, en su mayoría, en materia de recaudación.

Por esa razón, el día sábado por la tarde se concentraron en Oroño y Jujuy a modo de protesta por la medida, que indica que todos los negocios deben cerrar sus puertas a partir de las 19.30 y solo pueden brindar el servicio con atención a través de las modalidades de delivery y take away.

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Consultados por Conclusión, algunos empresarios del sector expresaron su malestar hacia el nuevo decreto provincial y contaron de qué manera piensan sostener sus negocios y, también, los puestos de trabajo que se verían severamente afectados por la medida, que se suma a un escenario de crisis grave que arrastran desde hace meses.

Fernando Mileci, dueño del restaurante Lova, el cual abre solamente en el horario nocturno, declaró verse «totalmente afectado» por la medida .

«No puedo atender al publico. Quedo simplemente con la posibilidad de hacer delivery, pero la mayor facturación de los que trabajamos de noche, en un 70 u 80%, es a través del local propiamente dicho», manifestó.

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Para Mileci, el decreto «es una decisión que no es equitativa», ya que «si dentro de una misma actividad hay negocios que pueden o no funcionar, es una injusticia».

«Me parece una dualidad. Es injusto que antes de las 19.30 uno puede trabajar y todos aquellos que trabajan después de las 19.30 no lo puedan hacer, máxime teniendo en cuenta que uno cuando va a las plazas, a los parques u observa el río, es impresionante la cantidad de gente que está reunida, tomando mate, conversando, compartiendo el mate. Desde ese punto de vista me parece injusto», añadió el empresario gastronómico.

El dueño de Lova hizo hincapié en el pedido de que «las decisiones que se tomen sean con sentido común y que haya equidad. Uno de los principios de la democracia es la equidad, teóricamente deberíamos ser todos iguales. Es muy difícil sostener durante mucho tiempo mas esta situación».

Por su parte, el titular de la pizzería y cervecería Yoi definió como «angustiante» la situación que llevan adelante en esta crisis económica, a la que los expone la pandemia. «Estábamos con un respirador y nos lo sacaron de golpe»,  apuntó, a lo que se suma la obligación de afrontar el pago de sueldos desde la semana próxima.

«Ahora estamos abriendo a la mañana, este lugar que es más bien nocturno, para poder salvar algunos gastos, pero así de esta forma, no llegamos a solventar nada», espetó el dueño del local de Pellegrini.

Al consultarle si habían recibido alguna propuesta desde el gobierno, el empresario contó: «Algunos compañeros estuvieron reunidos en Gobernación con representantes del gobierno y quedaron en darnos una contestación a esto, ya que si los supermercados pueden permanecer abiertos, por qué no nosotros si estamos cumpliendo con todos los protocolos».

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Por su parte, el titular de un local gastronómico que funciona como un típico café céntrico, sostuvo que al abrir en un horario diurno «ésta última medida no afecta tanto». «Tenemos un horario mucho mas corto, de día, de 7.30 de la mañana hasta las 4.30 de la tarde», precisó.

No obstante, advirtió: «En el caso de que se vuelva de fase, ahí sí sonamos». «Fueron 80 días todos cerrados, nos la rebuscamos con viandas, pero con eso nunca se completa lo que este negocio necesita para estar completo. Yo creo que ahí sí ya perdería el trabajo, ahí tendríamos que cerrarlo, porque no se puede aguantar», sentenció.

El sábado, horas después de conocerse la medida y algunas antes de la convocatoria en Pichincha, el titular de la Asociación Empresaria Hotelero Gastronómica de Rosario (Aehgar), Carlos Mellano, había expresado  en diálogo con Conclusión que la decisión del cierre vespertino era «dura» ya que no estaban «al tanto».

«Fueron sorpresivas. Nunca fuimos consultados, por lo menos podríamos haber buscado alguna alternativa. El peligro ahora es seguir lamentando el cierre de locales, es lo que más nos preocupa, porque en algún momento nadie va a poder bancar la situación. Muchos ya quedaron en el camino en esta pandemia, el cuadro de situación es complejo en la continuidad laboral y la realidad marca que de mantenerse esta incertidumbre, estamos frente a una situación del quiebre total de la actividad», alertó.

 

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