La secretaria de Transporte y Logística de Santa Fe, Renata Ghilotti, y la subsecretaria del área, Mónica Alvarado, brindaron una conferencia de prensa durante la mañana de este miércoles en la sede de Gobernación (en Santa Fe y Moreno), donde detallaron cómo afecta a la provincia la quita de fondos nacionales al transporte. En este sentido, indicaron que la mitad del sistema se sostiene con subsidios y la otra mitad con el corte de boletos, al tiempo que adelantaron que habría una “readecuación tarifaria”.

En diálogo con los medios, entre ellos Conclusión, Alvarado indicó que la quita de subsidios nacionales afectará al transporte interurbano –sobre el cual tiene competencia la provincia– y destacó que, al momento de cargar combustible, todos los santafesinos pagan un impuesto a la “transferencia de combustibles líquidos”.

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“En enero los fondos recaudados por este impuesto fueron de 3.900 millones de pesos, que tienen destinos específicos cuya distribución está fijada por ley (la 23.966), y se coparticipa a las provincias con distintos ítems. En el mes de enero se giró dinero para el Fondo Nacional a la Vivienda (Fonavi) y nada más, a pesar de que esta ley establece que hay un porcentaje de ese impuesto que debe constituir el fideicomiso de infraestructura y compensación al transporte público”, denunció la subsecretaria.

Y completó: “Estas asignaciones específicas están fijadas por ley, entonces el fideicomiso de infraestructura de transporte no fue modificado. Si esos fondos no van al interior, ¿a qué sistema de transporte van a estar subsidiando y a dónde van a ir a parar? Podemos pensar que al único distrito donde se sostienen los subsidios al transporte, que es la jurisdicción nacional y el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA)”.

En Santa Fe, sólo la mitad del sistema tiene SUBE

Asimismo, Alvarado indicó que en la provincia de Santa Fe hay 46 empresas que presentan servicios urbanos o interurbanos, de las cuales sólo 7 trabajan con el sistema SUBE. Al considerar las líneas de cada una de estas firmas, se desprende que el 49% del sistema de transporte provincial –principalmente el que funciona en ciudades como Rosario o Santa Fe– está adherido a la SUBE.

Esta situación pone en jaque la intención del Gobierno Nacional de asistir a la demanda –y ya no a las empresas– a través de la tarifa social, donde algunos usuarios (principalmente quienes sean beneficiarios de ANSES) tendrán un descuento del 55% en el precio del boleto al pagar con la tarjeta SUBE.

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Ocurre que, en aquellas localidades donde el sistema no trabaje con SUBE, los usuarios no podrán acceder a este descuento más allá de cumplir con todos los requisitos para ser beneficiados con la tarifa social.

“Esta decisión, que se ha tomado de la noche a la mañana, deja a Santa Fe en una posición de desigualdad. Primero ante la definición del Gobierno de seguir aportando al Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y sacar los recursos a las provincias. Y segundo, con el hecho de sólo subsidiar la demanda a través de la tarjeta SUBE. El que haya nacido en Rosario o Santa Fe, donde sí tenemos SUBE, va a poder acceder a la tarifa social si está dentro del universo de quien hoy puede ser beneficiario del descuento, pero otro santafesino que vive en una localidad que no tiene un servicio con SUBE, no va a poder acceder a este beneficio”, apuntó Ghilotti.

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Asimismo, aseguró que desde la provincia continúan “instando al diálogo” al Gobierno Nacional, y aseguró: “No estamos más que pidiendo que nos devuelven a los santafesinos el dinero que aportamos a través del impuesto a los combustibles”.

¿Un tarifazo en el transporte?

La secretaria de Transporte aseguró que la quita de subsidios nacionales generó un “desequilibrio” en el sistema de transporte. “El impacto es fuerte, la mitad del sistema de transporte de la provincia se sostiene con subsidios y la otra mitad con tarifa. Si hay una pata de la mesa que se retira, tenemos que ver de qué manera lo equilibramos e ir a una readecuación tarifaria”, observó.

“Ahora estamos analizando el impacto de los costos. Hay un impacto inflacionario, los combustibles aumentaron más del 100% desde que asumimos hasta ahora, por eso estamos haciendo números muy finamente, viendo cómo impacta este retiro intempestivo del gobierno nacional”, añadió Ghilotti, quien no se animó a decir a cuánto se iría el boleto.

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“La provincia no está en condiciones de hacerse cargo de lo que no aporta el Gobierno Nacional. No estamos mendigando que nos envíen plata, estamos diciendo que pagamos con nuestra carga de combustible un impuesto que tiene que volver a los santafesinos. Queremos saber a dónde se destinan esos 3.900 millones de pesos”, inquirió.

Tras reiterar que actualmente en la provincia “la mitad de las líneas tienen SUBE y la otra mitad no”, la funcionaria indicó que hay empresas que hace más de un año iniciaron el trámite para sumarte a este sistema, pero “por decisión del Gobierno Nacional y por una cuestión técnica esas validadoras no llegan”.

Por último, Ghilotti aseguró que la decisión del Gobierno de Santa Fe es “sostener el Boleto Educativo, y más en este contexto”.