Por María Aguirre para Télam

 

La irrupción de la Libertad Avanza (LLA) en un nuevo escenario electoral de tres tercios, con Javier Milei a la cabeza, abre nuevos interrogantes sobre cómo interpretar el voto de cara a las presidenciales de octubre y cuánto hay en él de ideología o de malestar social, aunque analistas consultados por la agencia de noticias Télam coincidieron en marcar que las PASO no deben leerse como comicios “definitivos”.

“Dos puntos y medio no es una diferencia tan grande y no es una verdad absoluta que los votos de Milei se suman mecánicamente (en octubre) a Juntos por el Cambio (JxC)”, planteó a Télam Radio el periodista y analista político Luis Bruschtein, quien al poner el foco sobre los apoyos al postulante de LLA lo describió como “un voto difícil de discernir”.

En una suerte de radiografía del voto al economista, Bruschtein remarcó que no es tan fácil de determinar “cuánto de ese voto es ideológico y cuánto es malestar, un voto bronca por la situación económica”.

A su entender, no está claro aún si el hecho de que Milei se impusiera en 16 de las 24 provincias del país representa “el mapa de un estado de ánimo, de un malhumor social, o si es un cuadro, un mapa político definitivo, en el sentido de que los votos son ya fijos” para el candidato libertario.

“El domingo no se votó presidente, fue algo más parecido a una elección legislativa que a una presidencial”, opinó el politólogo y periodista José Natanson, director de la edición Cono Sur de Le Monde Diplomatique. Además, resaltó que en un escenario de tercios “cualquier cosa puede pasar” de cara a octubre.

En tanto, Bruschtein llamó a tener en cuenta el factor pandemia porque, dijo, “en el subconsciente social quedaron grabados con mucha fuerza los meses de encierro y angustia” y a eso “se agregó la incertidumbre y el malestar profundo que genera una inflación alta y permanente a la cual el Gobierno no pudo controlar”.

“En ese contexto, creo que es importante destacar el resultado de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, donde a pesar de ese mal humor, él pudo hacer entender a la mayoría de los electores que desde su fuerza política o desde la gestión hay una posibilidad de salida a esta situación de crisis económica, que afecta tanto a la población”, analizó.

Para Natanson, la respuesta a la buena performance de Milei en las PASO “hay que buscarla en la sociedad, más que en la política” porque “no es una cuestión de candidatos, sino de un estado social de estancamiento, sumado a lo que dejó el encierro de la pandemia”.

“Es una sociedad astillada”, definió, al describir un malestar que no se mide “solo por una cuestión de ingresos, sino que tiene detrás algo más profundo”.

Y como ejemplo mencionó el incremento de la violencia en las familias y en las comunidades en general, el aumento del consumo de drogas, alcohol y psicofármacos y la fragilidad de los vínculos entre las personas y las instituciones sociales.

Con este contexto y en poco más de dos meses, Argentina tendrá sus comicios presidenciales y, de acuerdo con la mirada de los analistas consultados, ningún pronóstico electoral puede proponerse como definitivo tras la primarias abiertas, simultáneas y obligatorias que tuvieron lugar en todo el país este domingo 13 de agosto.

“Las tres fuerzas (por LLA, Juntos por el Cambio y Unión por la Patria) quedaron muy, muy cercanas, con una diferencia menor a los tres puntos desde el primero al último, con lo cual es casi un empate técnico, pero es imposible ignorar dos cosas: la irrupción de Milei como primer candidato en la mayoría de los distritos y cómo capitaliza el voto opositor”, puntualizó Bruschtein.

De cara a octubre, Natanson consideró que el “desafío” de Milei será “conservar cada uno de los votos que obtuvo”, mientras que el de (la candidata presidencial de Juntos por el Cambio, Patricia) Bullrich “será retener los votos de (su contrincante interno) Horacio Rodríguez Larreta y a su vez morder votos de La Libertad Avanza, algo todavía más difícil”.

“Para Juntos por el Cambio es difícil saber dónde puede sacar más votos; seguramente Bullrich endurecerá todavía más el discurso hacia una derecha de mano dura, de ajuste y más represión para disputar el voto con Milei”, pronosticó Bruschtein.

Hasta hora, Juntos por el Cambio capitalizaba mayoritariamente el voto opositor, pero la irrupción de Milei “cambió” esa lógica –explicó– y “eso es un problema para la coalición” liderada ahora por Patricia Bullrich.

“Para Unión por la Patria (UxP) se abre un escenario en el que varios gobernadores que habían ganado en sus provincias y ahora perdieron van a tener que salir en la general a recuperar esos votos”, opinó y juzgó “evidente” que en el respaldo a Milei hubo tanto “votos peronistas como de Juntos por el Cambio” porque la alianza fundada por Mauricio Macri “perdió en casi todos los distritos” donde gobierna.

Con todo, Milei representa –según Natanson– “una impugnación, un grito de rabia, un deseo de reseteo” profundo de la sociedad, a la que no le alcanza un “aumento en las jubilaciones o la suba del piso en el impuesto a las ganancias”.

La clave, para el Gobierno, estará en llevar adelante una “gestión muy abierta, con mucha llegada a la base electoral”, una práctica que –dijo Bruschtein– aplica el gobernador bonaerense Axel Kicillof, quien “mantiene contacto con su base electoral a través de los intendentes”.