El economista Horacio Rovelli visita Rosario este viernes y dará una charla en el teatro de la Asociación de Empleados de Comercio en calle Corrientes 450 a las 16, en la que analizará quienes son los verdaderos titulares del poder en Argentina, que objetivos persiguen, que resortes administran y quiénes son sus representantes y gerentes en el concierto político nacional.

En diálogo con Conclusión, Rovelli relacionó lo ocurrido en las últimas negociaciones paritarias, y que rol cumplió el ministro Luis «Toto» Caputo. El especialista sostiene que «no se puede explicar que Caputo como ministro de la Cartera de Economía intervenga sobre la Secretaria de Trabajo, y decide con poder de veto que paritarias homologa y cual no».

El especialista trajo al presente lo que aconteció en la década del 70, cuando «Isabel Martínez de Perón en la presidencia no quiso homologar los acuerdo paritarios de la UOM, hubo un paro por tiempo indeterminado aunque alcanzó a dos días, la presidenta tuvo que dar marcha atrás, echar al ministro de Economía Celestino Rodrigo, nombrar como embajador plenipotenciario a José López Rega, y dar paritarias libres, eso ahora no pasa».

Rovelli describió que en la negociación de la paritaria reciente de camioneros, que había acordado 45 por ciento de actualización que compensa lo que paso con las empresas, y a pesar de ser avalado por las cámaras empresarias, el ministro de Economía Luis Caputo dijo que no y ahora se la está revisando».

El gobierno les está diciendo a esas grandes empresas y grandes supermercados, que, si es más costoso producir, despidan trabajadores e importen

La pregunta es porque lo trabajadores aceptan cuando hay inflación anual galopante, la respuesta es que detrás de Milei y Caputo hay un poder muy grande que es el más concentrado del mundo, hablo del capital financiero que tiene gran participación en la economía de Argentina».

El gobierno de Javier Milei realiza un irracional ajuste de las cuentas públicas con su correlato sobre el consumo y la inversión en la economía argentina para garantizar tres objetivos:

  1. Hacerse cargo a través del presupuesto nacional de una deuda que no se investigó (y que se está pagando) beneficiando a los que tomaron esa deuda porque el pueblo argentino cubre su endeudamiento.
  2. La enajenación del patrimonio nacional en beneficio de grandes fondos que, a cambio de esa deuda, van a exigir nuestros recursos naturales y nuestras principales empresas (YPF; ARSAT, Banco de la Nación Argentina, Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la ANSES, etc.).
  3. De esa manera, como interrelación entre los puntos a y b, garantizar un modelo extractivista, agropecuario y financiero exportador que no genera trabajo y beneficia exclusivamente al gran capital financiero.