Este domingo 18 de octubre el pueblo boliviano elige a su presidente, una elección que toma particular relevancia luego del golpe de Estado que tuvo lugar hace casi un año atrás, cuando el gobierno de Evo Morales fue depuesto y el vecino país pasó a ser gobernado –bajo un régimen de facto- por Jeanine Áñez.
Aquellas personas autorizadas a votar y que residen en Rosario o en la provincia de Santa Fe, pudieron hacerlo en la Escuela N° 610 “República de Bolivia”, ubicada en La Paz al 3.050, donde se abrió desde las 8 hasta las 17.
Allí, se habilitaron cinco mesas, en donde se espera que voten más de 200 personas en cada una. Según estimaciones, en las provincias de Santa Fe, Corrientes y Entre Ríos hay cerca de 1.600 personas que están habilitadas a votar. De ellas, alrededor de 1.100 tienen que hacerlo en la ciudad de Rosario, aunque no todas residan en esta localidad.
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Alrededor del 80% del padrón de residentes bolivianos en Santa Fe. Pasado el mediodía, el cónsul local, Carlos Chanove, destacó que los comicios se habían desarrollado “con total normalidad”.
Del mismo modo que en Rosario, en la ciudad de Corrientes también se habilitó un Centro Integrador Comunitario (CIC) para que quienes residan en esa ciudad y alrededores puedan acercarse a votar.
En lo que respecta a Argentina, y según datos oficiales, hay 142.568 personas en condiciones de votar a los representantes políticos de Bolivia.
La elección se encuentra polarizada entre el candidato del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce, quien aparece en los sondeos como el probable ganador, y el expresidente Carlos Mesa, representante de Conciencia Ciudadana. De esta forma, el pueblo boliviano se define por dos modelos de país diferentes.
El resto de los candidatos son Luis Fernando Camacho, que se postula por Creemos y representa a la derecha más radical y elitista; Chi Hyun Chung, del Frente para la Victoria; Feliciano Mamani, del Partido Acción Nacional Boliviana; y María de la Cruz Bayá, de Acción Democrática Nacionalista.
