Bolivia se consolida como un país en desarrollo a pesar del «continuo sabotaje y boicot interno» y un contexto internacional complejo, destacó este miércoles el presidente boliviano, Luis Arce Catacora.

En la Sesión de Honor del Concejo Municipal en conmemoración al 39º aniversario de la ciudad de El Alto (oeste), Arce resaltó que su país logró un crecimiento del 2,3 por ciento al tercer trimestre del año pasado, cifra superior a la de 2019, antes de la pandemia de COVID-19, y al promedio de la región.

«En un contexto económico internacional complejo con presiones inflacionarias, elevación de costos de logística y riesgos de recesión al que se suma el continuo sabotaje y boicot interno, nos consolidamos como un país en desarrollo y pese a ello nuestro país crece», manifestó Arce.

A decir del mandatario, las cifras macroeconómicas del crecimiento contrastan con la situación de países como Argentina, Perú, Chile y Uruguay, que experimentan caídas en sus economías.

Asimismo, dijo que a pesar del escenario internacional complejo, Bolivia también ha logrado mantener la estabilidad de precios ante las presiones inflacionarias. La tasa de inflación del país andino en 2023 se situó en 2,12 por ciento, una de las más bajas de la región.

Arce hizo un llamado a la unidad y al trabajo conjunto para mejorar aún más estos resultados positivos. «Crecimiento, estabilidad y oportunidades son resultados positivos que podríamos mejorar de manera significativa, a través del trabajo conjunto y la unidad, lejos de intereses personales, sabotaje y bloqueos», aseveró.

También, el presidente boliviano resaltó que, desde que asumió el mandato constitucional en 2020, se ha logrado restaurar el Modelo Económico Social Comunitario Productivo (MESCP), lo que ha permitido que Bolivia retome «la senda de la construcción del Estado Plurinacional, de la inclusión, de la estabilidad y del crecimiento económico con justicia social».

El discurso de Arce transmitió un mensaje de esperanza y confianza en el futuro de Bolivia. Reafirmó que a pesar de las dificultades internas y externas, el país seguirá avanzando por el camino del desarrollo económico y social.

Sin embargo, reconoció que aún queda mucho por hacer para combatir la pobreza, la desigualdad y la corrupción. Agregó que se debe fortalecer la institucionalidad democrática y garantizar la participación ciudadana en la toma de decisiones.

«A diferencia de quienes actúan solamente buscando su beneficio personal, nosotros velamos por todo el pueblo boliviano, por cada uno de ustedes hermanas y hermanos alteños», manifestó, y llamó a la población a la unidad para superar estos desafíos y alcanzar un futuro prometedor por delante.