El presidente estadounidense, Joe Biden, instó este miércoles al Gobierno israelí del conservador Benjamin Netanyahu a no «precipitarse» con las reformas del sistema judicial que han desatado manifestaciones multitudinarias.

En una crítica inusualmente directa a la política interna de uno de los más estrechos aliados de Estados Unidos, Biden declaró a un columnista del New York Times que el primer ministro Netanyahu debería actuar con cautela.

«Obviamente, se trata de un ámbito en el que los israelíes tienen opiniones muy firmes, incluso con un movimiento de protesta que está demostrando la vitalidad de la democracia israelí, que debe seguir siendo el núcleo de nuestra relación bilateral», dijo Biden al analista y escritor Thomas Friedman.

«Hallar consenso en áreas políticas polémicas significa tomarse el tiempo necesario. Para cambios significativos eso es esencial. Así que mi recomendación a los líderes israelíes es que no se precipiten», dijo Biden en la columna publicada el miércoles.

«Creo que el mejor resultado es seguir buscando aquí el consenso más amplio posible», afirmó el líder demócrata, informó la agencia de noticias AFP.

El Gobierno de coalición de ultraderecha de Netanyahu intentó reducir el poder judicial y su propuesta de ley ya ha empezado a avanzar en el Parlamento.

Las propuestas fueron un parteaguas para la sociedad israelí y desencadenaron uno de los mayores movimientos de protesta de la historia de Israel, con miles de manifestantes de nuevo en las calles esta semana para protestar en contra de lo que consideran un ataque a la democracia.

El presidente israelí, Isaac Herzog, con un papel principalmente protocolar, pero con antecedentes de más conciliador que Netanyahu, se reunió con Biden ayer y hoy pronunció un discurso ante el Congreso estadounidense, que fue boicoteado por algunos diputados demócratas que se oponen a las políticas de Israel contra Palestina.

Frente a esto, el asesor de Seguridad Nacional de Israel, Zahi Hagebi, aseguró que lo que el diario estadounidense atribuyó a Biden «no se dijo en la conversación telefónica» del lunes entre ambos.

Según el funcionario, la conversación fue «buena, cordial y constructiva», y versó sobre el estado de la legislación actual, que durante el receso estival parlamentario intentará alcanzar un amplio consenso público para la parte restante del proceso.

De acuerdo a los planes del gobierno, será aprobado en el parlamento israelí la próxima semana, en segunda y tercera lectura.

Mientras tanto, Israel vivió el martes una nueva Jornada de la Resistencia para protestar contra el proyecto de reforma.

En un comunicado, la oficina del presidente israelí había destacado que la visita a Washington apuntaba a “fortalecer las relaciones y la asociación entre Estados Unidos e Israel, y reflejar los profundos lazos entre los países que están por encima de toda controversia”.

Herzog también se reunió por separado con la vicepresidenta Kamala Harris, en parte para discutir los esfuerzos para combatir el cambio climático.

El cargo de Herzog es en buena medida protocolar en Israel, pero aun así los medios de Estados Unidos destacaron el hecho de que pisara la Casa Blanca bastante antes que Netanyahu que, se supone, podría hacerlo antes de fin de año, según la invitación que ayer le hizo Biden.

Israel es un aliado central de Estados Unidos en Medio Oriente y recibe miles de millones de dólares en ayuda cada año. Los dos países votan indefectiblemente juntos en cada debate en la ONU y otros organismos.