El Ministerio de Trabajo de la Nación dictó la conciliación obligatoria en el conflicto que mantienen los camioneros en reclamo de aumentos salariales, que afecta el transporte de combustible y la recolección de residuos, y enviará inspecciones para corroborar el cumplimiento de la medida ante una inicial falta de acatamiento por parte del gremio.

“Al momento, no se está acatando la conciliación, por lo cual se los ha intimado. De persistir esta situación, en el término de dos horas la intimación será reiterada”, advirtió la cartera laboral en un comunicado difundido cerca de las 11.

Allí, el ministerio encabezado por Jorge Triaca consignó que la conciliación obligatoria fue dictada ayer, “luego de la audiencia mantenida con el Sindicato de Camioneros” en el marco del conflicto que ya afecta la distribución de combustible y la recolección de residuos.

En este sentido, indicó que la medida fue dispuesta “a fin de que el sindicato levante las medidas de fuerza en todas las actividades que abarcan el referido convenio, no sólo en la rama de combustibles”.

Por otro lado, en el comunicado, la cartera laboral informó, ante la falta de acatamiento de la medida, la decisión de “realizar inspecciones en todos los lugares para proceder a la aplicación de las multas, conforme establece la Ley 25.212, cuando son incumplidas las normativas laborales vigentes”.

No fue un paro político

El secretario adjunto del gremio, Pablo Moyano, negó que el conflicto haya tenido una connotación «política» y expresó que Camioneros «siempre estuvo en la calle defendiendo a los trabajadores, como por ejemplo ocurrió con cinco huelgas realizadas durante el gobierno anterior en rechazo de ganancias». Remarcó: «A muchos trabajadores camioneros se les descuenta entre 5 y 17.000 pesos mensuales por la aplicación del nefasto tributo. ¿Y todavía preguntan por qué estamos en la calle?».

El viernes a la mañana, Moyano anunció que los trabajadores de recolección de residuos y barrido se sumaron al reclamo con «una retención de tareas».

De forma previa al dictado de la ley 14.786 de conciliación obligatoria por parte de la cartera laboral, Moyano (h) -quien aspira a conducir la futura CGT unificada apoyado por varias decenas de organizaciones gremiales- había señalado que a esas protestas también se sumarían con el correr de los días los camioneros de las ramas de caudales, bebidas, alimentos y aguas gaseosas para el caso de que no hubiesen «respuestas positivas».