Con el encarecimiento de los alimentos y los combustibles para vehículos de motor, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de Reino Unido subió al 9,4 por ciento durante los últimos 12 meses hasta junio, alcanzando su nivel más alto en 40 años, según los datos oficiales conocidos este miércoles.

Sobre una base mensual, el IPC de junio aumentó un 0,8 por ciento, tres décimas más con respecto al mismo periodo del año pasado, informó la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS, según siglas en inglés).

El dato también ha superado lo esperado por el consenso de mercado, que era del 9,3 %, y ha resultado por encima de la previsión del Banco de Inglaterra (BoE) del 9,2 % en el Informe de Política Monetaria de mayo.

La suba de los carburantes alcanzó el 42,3 %, desde el 32,8 % de mayo, y la de los alimentos aumentó el 9,8 % – su tasa más alta desde marzo de 2009 – desde el 8,6 % registrado en mayo.

El contexto actual apunta, según los expertos de Pantheon Macroeconomics a que «la tasa de inflación general del IPC parece que aumentará hasta casi el 12 % en octubre. La inflación subyacente del IPC, sin embargo, seguirá una senda descendente, reduciéndose a cerca del 5 % a finales de año y a cerca del 2 % dentro de un año».