“A mi mamá me la devolvieron casi muerta”. Esas fueron las crudas palabras de Valeria al relatar a Conclusión el “calvario” que vivió su mamá desde que ingresó al sanatorio psiquiátrico Alem por un cuadro depresivo.

“Mi mamá estuvo internada en el sanatorio Alem dos días. Ella ingresó por una depresión, y cuando ingresó nos atendió la psiquiatra del lugar, Sofía, y nos dijo que no podíamos verla por lo menos por una semana por si entraba más en depresión, que quedaba internada ahí”, comenzó.

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No obstante, y pese la advertencia de la psiquiatra, Valeria aseguró que, junto a su hermana, siempre se mantenían en comunicación con el lugar. “Íbamos, preguntábamos cómo estaba, nos decían que había comido, que había tomado agua, que estaba bien, entonces nosotras tranquilas”.

“El día viernes a la mañana nos llaman informando de que mi mamá estaba con dificultad respiratoria y con fiebre, que la iban a trasladar al Güemes”, recordó Valeria con cierta sorpresa, al ser información contraria a la que ella venía recibiendo con su hermana de que “estaba todo bien”.

Luego, señaló que cuando la fueron a buscar, observaron que tenía una lastimadura en la nariz y “súper” inflamada la cara. “Entonces le digo, ‘mami, te golpeaste’. La psiquiatra nos dijo que se había caído y con mi hermana preguntamos por qué no nos dijeron, si habíamos estado yendo, llamando por teléfono, pero en ningún momento nos informaron de que mi mamá se había caído”, detalló indignada.

“Cuando llegamos al sanatorio Güemes, la doctora hace una observación física completa, y observamos que tenía golpes en el abdomen, fractura en el tabique, que estaba súper deshidratada, no cerraba los ojos de la deshidratación que tenía, no coordinaba, no movía las manos, y repetía mucho que ‘le abría la cola’”, dijo Valeria angustiada.

Ante semejante cuadro, Cecilia debió quedar internada en el Sanatorio Güemes, hasta que este lunes le dieron finalmente el alta. “Los primeros días que ella estuvo en el sanatorio, pasamos una noche terrible con mi hermana, porque ella no podía dormir, decía que le iban a venir a pegar, escuchaba un ruido y se alteraba. No durmió, en esos dos días que estuvo en el Güemes, no durmió para nada. Recién ayer nos dieron el alta y la tenemos en mi casa. Por suerte, desde que llegó hasta hoy, durmió todo el día. Ya está un poco más ubicada en tiempo y espacio, sabe dónde está, está más tranquila, ya no está tan perdida”, precisó algo más relajada.

Tiempo de justicia

Debido los terribles hechos que vivió Cecilia, ambas hijas decieron apelar al camino legal y recurrir a la Justiciaa para denunciar lo sucedido. «Publicamos todo en Facebook para poder conseguir más gente, porque gracias a Dios están las redes sociales, que hace que se mueva mucho todo esto, y tengo más testigos, tengo una testigo también que trabajó en ese lugar, y nos dijo que no mentíamos, que sucedían cosas como esas. Así que estamos juntando a todos para hacer la denuncia penal», expresó.

«Mucha gente pasó por lo mismo: desde mala alimentación, hasta violación ahí en el lugar, fracturas de cadera, fractura de tobillo, y siempre el mismo dicho: ‘Se cayó'», manifestó y siguió: «Todavía no tuvimos oportunidad de volver al lugar y pedir explicaciones. Mi hermana intentó comunicarse con la psiquiatra que atendía a mi mamá y aún no pudo».

Por último, dijo que irán a por todo: «Vamos a hacer la denuncia penal contra el sanatorio y también contra Pami, porque Pami no regulariza estos lugares, no observa, no pregunta».

«Vamos a hacer todo lo que corresponde para que no vuelva a suceder, ni ahí ni en ningún lado, que se regularicen estas situaciones, porque lamentablemente son personas que de por sí ya tienen un problema, y a mi mamá me la devolvieron casi muerta», concluyó.

LA DENUNCIA. 

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