SáBADO, 30 DE NOV

“No pienso más en la fábrica y me chupa un huevo todo»

Es el dueño de la histórica Filtros Monza, una de las metalúrgicas nacionales más prestigiosas. Las negociaciones con el gremio no fueron exitosas. El lugar ahora está tomado y hay problemas con las indemnizaciones.

El Conurbano bonaerense viene siendo una de las zonas más castigadas por el cierre de empresas, especialmente las Pymes industriales. Un nuevo capítulo de este drama lo está escribiendo por estas horas Horacio Feijoó, el dueño de la histórica Filtros Monza, quien tendría decidido bajar las persianas y “no pensar más en la fábrica”

El hartazgo del empresario quedó retrato en un audio de WhatsApp que circuló anoche. “Hoy cerré la fábrica. Ayer estuvo emitiendo y mandando 90 cartas documento. Me peleé con el sindicato, me tomaron la fábrica y no pude hacer nada”, se le escucha decir.

“Mañana cambia mi vida radicalmente, no pienso más en la fábrica y me chupa un huevo todo”, remata el propietario. Según pudo reconstruir INFOCIELO, la voz corresponde con la de Feijoó.

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Desde UOM Seccional La Matanza, al mismo tiempo,confirmaron que la toma del lugar comenzó ayer y se mantiene hoy. “Los empleados escucharon que peligro de cierre y empezaron con esa acción”, explicaron desde el gremio. Otra fuente consultada, directamente, confirmó lo peor: “Cerró”.

“Al tipo lo arruinó la importación. Hacer un filtro acá le sale 2,50 dólares y traerlos de China, uno”, ampliaron desde la entidad. “Tampoco se venían cumpliendo los pagos del retiro voluntario”, se quejaron. “Estamos dispuestos a dialogar. Acá en La Matanza son muchos los casos”, completaron. Serían casi 20 los puestos de trabajo en peligro.

Ubicada en sobre la Avenida Vélez Sarfield 241, en Villa Madero, Filtros Monza tiene más de 30 años en el mercado nacional de filtros y hace quince que pertenece al selecto grupo de proveedores de las terminales automotrices, un mercado que exige alto estándares de calidad. A principios de 2016, además, habían incursionado con los lubricantes.

Al mismo tiempo se conocía que la Cooperativa Cristalería San Justo frenaba su producción debido a que no puede abonar una deuda de gas de 4 millones de pesos. Debe abonar 2 millones de pesos por mes cuando en el 2015 le llegaban 300 mil pesos. Paga además 140 mil pesos de electricidad mientras que hace dos años abonaban 14 mil pesos.

Fuente: Mundo Empresarial 

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