Por Aldo Battisacco

«Estamos en un momento político en el cual las organizaciones sindicales y los trabajadores vuelven a recobrar la importancia de defender los derechos de los trabajadores y de sostener un modelo de país ligado a la justicia social en la equidad, en la igualdad, en la inclusión y en la eliminación de la pobreza y fundamentalmente en la generación del empleo y el trabajo como un valor esencial».

Con esta frase, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, abrió la «Jornada El Mundo del Trabajo en el siglo XXI», llevada a cabo en el auditorio del sindicato Luz y Fuerza de Rosario. Allí el mandatario provincial disertó ante los trabajadores y sindicalistas presentes.

El gobernador comenzó su exposición agradeciendo a los trabajadores, las organizaciones sindicales, la Fundación Ebert Stiftung y al representante de la Organización Internacional del Trabajo, la «realización de la Jornada a las que consideró importante y oportuna», a la vez que resalto «el rol de los trabajadores que en un momento como el que estamos viviendo en la Argentina tiene absoluta vigencia».

«Estamos en un momento en el que el rol de las organizaciones gremiales vuelve a adquirir una importancia superlativa a la hora de defender los derechos de los trabajadores pero también de sostener los valores de un proyecto de país sustentado en la justicia social, en la equidad, en la igualdad, en la inclusión, en la eliminación de la pobreza, y fundamentalmente en la generación del empleo, y del trabajo como un valor esencial de la construcción social», afirmó el mandatario.

Seguidamente hizo una referencia a la evolución de los reclamos y conquistas del movimiento obrero argentino sosteniendo que «hubo distintas etapas en el siglo XX, algunas de luchas reivindicativas como la que promovieron los socialistas, anarquistas y comunistas en las primeras décadas,instalando las conquistas de los trabajadores y las metodologías de la lucha sindical que permitió avances importantes que incluso después se trasladaron a la actividad legislativa como ser la representación de Alfredo Palacios.

«Pero a partir del 45 con el surgimiento del peronismo en el ámbito político, se produjo un fenómeno muy particular porque las organizaciones gremiales incursionaron en forma directa en la política del país instituyéndose en la columna vertebral del proyecto liderado por Juan Perón», señalo Lifschitz.

En el mismo sentido, abordó un análisis del presente y destacó la memoria colectiva de los trabajadores:»Esa experiencia histórica que quedó muy arraigada en la conciencia colectiva y en la memoria de los trabajadores, guarda más vigencia que nunca y siempre hubo en distintos momentos alternativas o intentos de volver a revivir una Argentina que nunca volvió a darse de la misma manera, con un protagonismo que marco presencia en los trabajadores .

«En Argentina hubo dos décadas que tuvieron mucho impacto en nuestra historia. Primero durante menemismo, que significo la instalación del neoliberalismo con un nivel de profundidad desde la perspectiva capitalista que tuvo pocos parangones  incluso en América Latina,  con la consecuencias que trajo para el mundo del trabajo en lo económico, y en el ámbito de los derechos sociales», resaltó el titular de la Casa Gris. Y agregó: «A la etapa kircnerista la considero heterodoxa  gracias a  los logros obtenidos y a los vaivenes que tuvo el movimiento obrero con la gestión saliente en diciembre del año pasado.

Lifschitz consideró que este «es un momento distinto de la Argentina  en el que se vislumbra que vuelve a circular en la agenda de la política y de la economía viejos discursos como el de los noventa, quizá remozado o esbozado de otra manera, pero en definitiva se vuelve a reforzar la dicotomía de un proyecto de fuerte contenido social con la participación activa del estado o un proyecto recostado en el desarrollo del mercado, con las expectativas de que las inversiones dentro del capitalismo produzca riqueza y eso derrame sobre el conjunto de la sociedad pero ya quedó  demostrado sus limitaciones y su fracaso es probable que hoy la estemos viviendo».

Según expresó el Gobernador: «Existe una fuerte sospecha que esto que se este promoviendo hoy en el país se trata de lo mismo. Por eso es importante el rol de los trabajadores porque no solo tienen la responsabilidad de defender los derechos de sus representados y a cada uno de los gremios. Y de alguna manera del conjunto de la sociedad porque todos somos trabajadores, y  necesitamos defender un modelo de país, federal, integrado, inclusivo, con desarrollo del mercado interno, los polos industriales, apoyo a las pequeñas y medianas empresas que es la base de la economía de la argentina, y este modelo de desarrollo esta amenazado»

Finalmente Lifschitz convocó «a las organizaciones gremiales porque son las que tienen un mayor grado de organización y capacidad de movilización, al vez que una legitimidad y una representación muy importante de los trabajadores en Argentina, porque no hay otras organizaciones de la sociedad civil que se a capaz de defender las conquistas que hoy corren peligro».

 

Nota en proceso