La economía de Estados Unidos se frenó en el primer trimestre y tuvo su más débil crecimiento en dos años con menores gastos de consumidores y empresas, en medio de incertidumbres económicas y financieras mundiales.

Los analistas apostaban a un crecimiento del 0,9%, tras un crecimiento moderado de 1,4% en el último trimestre de 2015.

«La desaceleración del crecimiento obedece a una caída más pronunciada de las inversiones no residenciales, a una desaceleración de los gastos de los consumidores, a una caída de los gastos federales y a importaciones que se han vuelto de signo positivo», subrayó el departamento en un comunicado.

Los gastos de los consumidores, que son tradicionalmente el motor de la economía estadounidense, aumentaron tan solo 1,9%, su avance más débil desde el primer trimestre del año pasado. Uno de los rubros más afectados fue la compra de bienes (+0,1%), que conoció su peor resultado en cinco años.

La otra mala noticia fue la caída de las inversiones de las empresas (-5,9%), el ritmo más bajo desde el segundo trimestre de 2009, cuando Estados Unidos estaba en plena recesión.

Esta caída es particularmente fuerte en la industria extractiva, deprimida por los bajos precios del petróleo, con una caída de las inversiones de 86%, el peor resultado registrado hasta ahora, según indicó una analista en estadísticas.

Las exportaciones continuaron reduciéndose (-2,6%) como consecuencia del fortalecimiento del dólar, mientras las importaciones se acrecentaron (+0,2%), datos que tienen su peso en el PBI.

Los gastos del Estado federal volvieron a su vez a conocer cifras negativas (-1,6%).

Entre los puntos fuertes se destacaron los gastos de los hogares, que aumentaron en 14,8%, el ritmo de crecimiento más elevado desde fines de 2012.

La Reserva Federal (Fed), que el miércoles mantuvo sin cambios su tasa de interés, advirtió que el crecimiento se había desacelerado, destacando en particular la caída de los gastos de las familias y de las exportaciones, pero afirmó que en el futuro la actividad económica «crecerá de manera moderada».

«La economía de Estados Unidos atravesó un duro terreno a finales del año pasado con el PIB creciendo menos de 0,10% en los dos trimestres previos», recordó Harm Bandholz de UniCredit Economics.

Analistas perciben el reciente aumento del petróleo como un alivio para el sector de la energía, que sufrió enormemente la caída del oro negro y lo forzó a emprender enormes reducciones de gastos e inversiones.

«Otro débil crecimiento en el primer trimestre es probable que sea seguido por un mayor crecimiento en el resto del año, como ocurrió en los últimos dos años», dijo Nariman Behravesh, economista jefe de IHS Global Insight. Para el segundo trimestre dijo esperar que el crecimiento rebote al menos 2%.