El secretario general de la CGT Carlos Acuña rechazó hoy que el paro anunciado para marzo tenga una intención política y sostuvo que «la gente está enojada porque cada día trabaja más y la plata le alcanza menos», al tiempo que afirmó que el Gobierno y los empresarios «no cumplen en nada».

Acuña, quien forma parte del triunvirato que encabeza la CGT junto a Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, salió al cruce de la respuesta de la Casa Rosada ante el paro que la central gremial anunció para marzo, al que calificó entre otras cosas como una medida «política» adoptada en el marco de un año electoral.

«Las elecciones de este año no las programó la CGT, qué tenemos que ver nosotros con un año electoral», retrucó el sindicalista, quien afirmó que «la gente está enojada porque cada día trabaja más y la plata le alcanza menos y otros se quedan sin trabajo o están suspendidos».

En declaraciones a Radio 10, el dirigente gremial subrayó que «lo peor es que no cumplen con lo que acuerdan, porque te entretienen en una mesa de diálogo, firman papeles con los empleadores y después no cumplen», en referencia al acuerdo antidespidos que los tres sectores firmaron en diciembre pasado.

En este sentido, subrayó que «el Gobierno en lugar de exigirles que cumplan se pone del lado de los empresarios» y defendió el endurecimiento de la CGT: «No cumplen en nada, todo lo que es para los trabajadores lo bombean. ¿Cómo nos vamos a seguir sentando en la mesa de diálogo?».

«No hay diálogo con el Gobierno y no creo que lo haya», agregó Acuña, quien además señaló que la CGT «no» le pondrá «techo a las paritarias» y que va a «discutir la realidad y no lo que quiera el Gobierno».

Por su parte, en una entrevista con un matutino porteño Schmid también rechazó las críticas del Gobierno al paro: «Lo nuestro es político desde lo social, no desde lo partidario. No estamos discutiendo, como CGT, si en octubre hay que ir con Cristina (Kirchner), con (Sergio) Massa o con otras vertientes del peronismo».

Además, Schmid negó que el incumplimiento que la CGT denuncia por parte del Gobierno y de las cámaras empresariales se deba a que la central gremial mantenía una postura supuestamente débil frente a la situación económica y advirtió que «no hay que confundir prudencia con resignación».

«Nosotros hemos mantenido una actitud equilibrada y muy prudente. Pero ni el equilibrio ni la prudencia significan que abandonamos el reclamo y la firmeza. Observamos qué pasaba hasta el final de diciembre. Fuimos prudentes. Pero en enero claramente empezó otra historia», afirmó.