Por Feliciano Ramos*

Después de usufructuarla gratuitamente por 30 años, la empresa internacional Jan De Nul devolvió la draga al Estado, a la Dirección Nacional de Vías Navegables (DNVN). Así, sin ni un gracias siquiera por tamaño préstamo. Ya no les conviene, ahora las dragas son mucho más pequeñas y económicas (menos gasto de personal y combustible).

Pero parece que, si bien se encuentra en su puerto base en la isla Demarchi, (propiedad de la DNVN) no será devuelta a la repartición que le pertenece sino a EMEPA, quien también por décadas usufructúa gratuitamente, como JDN, oficinas, galpones, muelles y embarcaciones (balizadores en este caso) propiedad de la DNVN. Si justamente EMEPA que fue sospechada de cohecho y tratado el caso en el Congreso.

Esta draga puede ser la gran oportunidad para iniciar la tan anhelada Empresa Nacional de Dragado. Por eso proponemos que se dé inicio de inmediato a la empresa estatal de dragado, con esa draga JDN mantenía el río Paraná y puede mantenerlo en primera instancia y luego, (terminando la reparación), sumársele la Draga 261-C Córdoba y en un futuro la Draga 258-C Santa Fe; después de una reparación general. Con esas dragas nos alcanzaría para atender la red troncal del río Paraná desde la Ciudad de Santa Fe hasta su desembocadura. Y es muy posible que, si destinamos lo recaudado por el peaje a esta empresa no necesitaría el Estado ningún otro aporte adicional, es más, se ahorraría el presupuesto del personal y flota de la DNVN.

Por eso nuestra propuesta es firme no solo para ahorrar gastos al Estado, sino por la presencia soberana del mismo Estado en sus ríos y en su comercio exterior, porque ya comprobamos que la presencia del Estado a través de AGP y las provincias comenzó a dar buenos resultados (antes el peaje lo cobraba JDN). Y por el contrario la ausencia del Estado por 30 años en el comercio exterior y en el dragado y balizamiento de sus ríos produjo, por un lado, la pérdida (para el Estado) de sumas multimillonarias en dólares fabulosas por triangulación, autocompra (a empresas cáscaras en Montevideo) y contrabando de granos y demás mercaderías exportadas.

Por otro lado, el gasto del Estado por 30 años de forma continua de sumas multimillonarias en dólares por el dragado extranjero y el balizamiento de empresas (EMEPA), donde el mismo Estado además de pagarle tuvo que poner todo muelles, galpones, oficinas y embarcaciones.

Pero hoy el poder político quiere desprenderse del Estado, tal vez del personal y flota de la DNVN. ¿Qué destino le espera? Al respecto, el Jefe de Estado en su DNU tan cuestionado; dio muestras claras de la cruel realidad, eso sí al personal del Estado no lo va a despedir, lo va a reubicar.

Y entonces me pregunto: ¿qué pasará con el personal Embarcado?, ¿dónde ubicará a un Capitán Fluvial en que tareas administrativas?, ¿y a los oficiales Fluviales?, ¿qué ubicación dará a un jefe de máquinas y a sus oficiales?, ¿qué escritorio será?, ¿economía, Senasa, INTA? Y a un jefe electricista que maneja complejos tableros de buques, ¿le dará un puestito de mantenimiento? ¿Y a los marineros de máquinas y cubierta?

Y tal vez crea que con el personal de tierra sea más fácil, pero, por ejemplo: ¿qué tarea administrativa dispondrá para los buzos tácticos que tiene la DNVN?, ¿se adaptarán al nuevo escritorio en vez de las tareas de riesgo que bien saben hacer?, ¿para los Ingenieros Hidráulicos los pondrá a hacer notitas?, ¿qué pasará con los agentes marítimos y el personal de estudios del río que levantan datos hidrográficos y lo plasman en mapas fluviales, o con los inspectores de balizamiento que tienen las coordenadas de la ubicación de boyas y señales?.  Estos inspectores de dragado y balizamiento que al inicio del trabajo de JDN y EMEPA inspeccionaban a bordo de las dragas y en lanchas batimétricas el trabajo de la misma, además de la inspección del balizamiento, pero que luego tuvieron que dejar de hacerlo porque el mismo Estado les negaba presupuesto para continuar con su trabajo, dejando con eso hacer lo que se les dé la gana a dichas empresas. ¿A los que aún no se jubilaron les conseguirá un trabajito de ordenanza? Creo que es tan o más cruel que despedirlos porque así conservarían la dignidad profesional.

Por eso debemos reactivar la DNVN, para ejercer la soberanía sobre nuestros ríos porque la Soberanía Nacional implica la dignidad de los profesionales, de los trabajadores, de su salario y de sus familias, que es la dignidad misma de la Nación toda.

Conservar las empresas del Estado funcionando plenamente y autónomamente da como resultado, además de soberanía, un ahorro del mismo estado que ya no tendrá que pagar millones de dólares continuamente por el dragado y balizamiento, para que las multinacionales del extranjerizado comercio exterior multipliquen sus ya multimillonarias ganancias en dólares, eso sí, aportando una miseria de impuestos al fisco en el mejor de los casos.

*Capitán Fluvial (48 años de servicios en la DNVN)