En las últimas semanas los cortes vacunos ofrecidos en carnicerías rosarinas habían aumentado entre un 13% y un 15%. Este lunes, a tan solo una semana, se registró un nuevo e importante incremento: en esta oportunidad, un 20%.

Con esos números, un asado para cuatro personas, con chorizo y alguna achura, rondaría hoy los 15 mil pesos, considerando el kilo 5.500 pesos.

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En diálogo con Conclusión, Juan Ramos de la Sociedad de Carniceros de Rosario confirmó los incrementos. “La semana pasada había habido un 15% más o menos de aumento y hoy el mercado de Cañuelas, que es el que regula el precio de la hacienda a nivel nacional, lo que era antes el mercado de Liniers, subió un 20% ”.

Al ser consultado sobre por qué se dan estos incrementos de los precios explicó que “las subas se dan por todo lo que hay alrededor. «Los comerciantes que alquilan un negocio, que pagan impuesto y tienen personal a cargo registran gastos que se van incrementando, tanto en los sueldos, como lo que es la tarifa de luz. Además, los fletes de la hacienda que se lleva del campo al frigorífico y la que sale del frigorífico a la carnicería ha aumentado también”.

En ese marco, admitió que “el consumo está complicado, la gente compra hasta donde le alcanza la plata, o sea, ya ha bajado un poco. Y estos aumentos obviamente van a traer sus consecuencias”.

Para profundizar en la situación, Ramos dijo que “lo que pasa es que, en un contexto como este, todas las cosas, todos los insumos que maneja la carne, que muchos son de afuera, han aumentado». «Así que estamos como en un cuello de botella”.

“Este es un momento que sabíamos que iba a ser complicado. Así que ahora hay que ir viendo y lo fundamental en esto, es el tema de ver hasta dónde la gente puede soportar los precios, hasta dónde lo puede avalar. Así que será cuestión de ir viendo día por día”, aconsejó y agregó: “Fin de año imposible saber. Yo digo hoy, ni mañana ni pasado, porque realmente sería algo que no tiene sentido”.

Luego, señaló que, aunque “la gente se sorprende con los aumentos, inconscientemente ya sabe, espera que algo vaya a variar el precio». «Entonces la gente termina por decir ‘dame 2.000 pesos de pulpa, dame hasta 3.000 pesos de milanesas, así’. Lo que haríamos todos porque los sueldos, lamentablemente quedan muy lejos. Así que es una situación compleja”, reflexionó.

“Antes para hacer un estofado la gente compraba cuadril, hoy lleva una tapa de nalga, una palomita. Hay diferencias. Igual todavía no se nota tanto en los cortes, sino más bien en la cantidad. Ahí se ve”, ejemplificó y dijo la clave es que el comerciante pueda asesorar a la gente para decirle, qué llevar para que le salga bien y sea un poco más barato. “Es una época en donde el comerciante tiene que aliarse bien con el cliente para que la venta se pueda mantener”, expresó convencido.

Finalmente, Ramos reiteró que hay que ir paso a paso: “Habrá que ver en esta semana cómo sigue esto. No se puede hacer futurología. Hay que ser realista y en este momento hay que vivir el día a día. No puedo decir que esto no va a seguir, que es el último aumento. No, no se puede decir nada”.