Un rosarino necesitó en el mes marzo $113.525 para comprar los alimentos básicos y no caer en la indigencia. Con respecto a febrero, la Canasta Básica Alimentaria subió un 2,2%, según informó la Usina de Datos de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).

Para realizar este estudio, la Usina de Datos relevó los precios en góndolas rosarinas de los 58 productos que componen la Canasta Básica Alimentaria (CBA). Cabe destacar que el informe no contempla costos de servicios ni vivienda, por lo que el monto necesario para satisfacer las necesidades básicas y no caer en la pobreza sería mayor a $114.000.

En diálogo con Conclusión, la coordinadora de Usina de Datos UNR, Paula Durán, detalló: “En marzo se esperaba una desaceleración en el precio de los alimentos, dado que en los últimos meses hubo aumentos muy elevados. El costo de marzo, que es de más de $113.000 por persona, está prácticamente duplicando lo que salía la Canasta Alimentaria en noviembre. Registramos un 97% de incremento en los últimos cuatro meses”.

La investigadora también advirtió que en la mayoría de los hogares los ingresos no aumentaron un 97% entre noviembre y marzo, y se mostró cauta sobre la evolución que la CBA tendrá en los próximos meses: “Tenemos que esperar a ver qué sucede en abril, si esto fue episódico o si es una tendencia que se sostiene, pero hay un cambio en el nivel de los precios, sobre todo con respecto a los haberes medios”.

A lo largo del último año, la Canasta Alimentaria aumentó todos los meses. Las mayores subas se dieron en agosto del año pasado, cuando la devaluación posterior a las elecciones primarias disparó esta variable un 25,8%; y en diciembre, cuando una nueva depreciación de la moneda argentina –la primera en la era de Javier Milei como presidente– y la desregulación económica dispararon el indicador un 34%.

Fuente: Usina de Datos de la UNR.

“Durante los meses de diciembre, enero y febrero se observó un incremento acumulado del 92,9% en el costo de la CBA y, finalmente, para el mes de marzo, se registró una desaceleración en dichos incrementos con un aumento porcentual del 2,2%”, indicó el informe de la Usina de Datos.

En marzo del año pasado un rosarino necesitaba $22.164 para no ser indigente, mientras que en el tercer mes de este año la cifra ascendió a $113.525. La variación interanual, de esta forma, trepó al 412,2%: de un año a otro la CBA se encareció $91.361.

Al poner la lupa sobre la variación mensual, se advierte que en febrero un adulto que vivía en Rosario requirió $111.049 para comprar alimentos básicos: un $2.476 menos que en marzo.

En términos porcentuales, los mayores aumentos de precios en marzo –con respecto a febrero– se dieron en “Verduras y hortalizas” (29,9%), “Raíces y tubérculos” (25,5%), “Lácteos” (19,7%) y “Condimentos” (16,7%).

Pero medidos en pesos –es decir, en términos absolutos– los mayores incrementos se manifestaron en “Carne” ($2.822), “Verduras y hortalizas” ($2.419), “Lácteos” ($2.060) y “Raíces y tubérculos” ($1.276).

En relación a la actividad en las góndolas, Durán observó: “El modelo apunta a estabilizar los precios a partir de una caída del consumo. Con los fuertes aumentos que hubo en los meses anteriores hay una evidente caída en las ventas, lo cual limita la suba de precios. No obstante, el aumento de combustible y de las tarifas va a incidir en el costo de transporte, comercialización y conservación de los alimentos y de todos los bienes y servicios de la economía, y seguramente va a repercutir en los precios finales”.

Comida: un bien cuidado por las familias rosarinas

La Usina de Datos de la UNR considera tres tipos de hogares: el primero está conformado por cuatro miembros, dos adultos y dos adolescentes, y necesitó en marzo $432.531 para satisfacer sus necesidades alimentarias básicas. En febrero se requerían $423.095 y en enero $347.906.

El segundo hogar está compuesto por dos mujeres adultas y una menor y necesitó en el tercer mes del año $237.268 para cubrir la Canasta Básica Alimentaria (CBA). En febrero se necesitaban $232.091 y en enero, $190.846.

Por último, una familia compuesta por cuatro integrantes, una mujer de 35 años y tres hijos de 12, 9 y 6 años, necesitó en marzo ingresos por $334.900 para adquirir los alimentos básicos para su subsistencia. En febrero requirió $327.593 y en enero, $269.376.

Al analizar cómo evolucionó el poder de compra de algunos ingresos, la Usina de Datos alertó que en marzo la jubilación mínima subió un 27,2%, la Pensión Universal para el Adulto Mayor (Puam) un 46,5%, el salario mínimo un 30% y la Asignación Universal por Hijo un 6,5% lo que representa un aumento en términos de Canastas Básicas Alimentarias de “24,4%, 43,3%, 27,2% y 4,2%, respectivamente”.

En marzo la jubilación mínima fue de $204.446 –con el bono incluido–, mientras que el salario mínimo, vital y móvil fue de $202.800 y la Puam de $204.446. Los tres ingresos alcanzaron para cubrir 1,8 Canastas Alimentarias.

La AUH, por su parte, fue de $44.000 en marzo y llegó a cubrir 0,4 CBA, es decir, sólo alcanzó para comprar alimentos básicos para un niño de hasta un año.

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La integrante de la Usina de Datos advirtió que la caída del consumo preocupa porque al no haber una recomposición en los ingresos, la consecuencia es una caída en la actividad económica: “Se anuncia que no va a haber una recomposición salarial por encima de la inflación, pero el poder adquisitivo está en un nivel muy por debajo del registrado años anteriores”.

“La jubilación ya perdió. Antes una jubilación mínima alcanzaba para casi tres canastas, pero hoy no llega a comprar el alimento de dos personas. Si los haberes acompañan la inflación, sólo vamos a sostener ese poder de compra. Es decir, vamos a lograr que no se siga deteriorando, pero no vamos a recuperar lo que se perdió”, completó Durán.

Los alimentos básicos de un… by Conclusión TV