El impacto de la aceleración de la inflación de los últimos meses se percibe fuertemente en distintos indicadores privados vinculados al consumo. La fuerte suba en el precio de los alimentos, repercute de manera directa en los hogares de menores recursos y eso se observa en los distintos puntos de venta.

Así se desprende de un informe elaborado por la consultora Focus Market en puntos de venta de todo el país. El estudio mostró que en septiembre el consumo masivo retrocedió 10 por ciento en la comparación interanual, lo cual aceleró la caída frente al mes anterior y alcanzó el número más alto en lo que va del año. En los primeros nueve meses, se reflejó una contracción del 3,5 por ciento frente al mismo período del 2021.

El dato que más impacta es la caída en el consumo de alimentos. El rubro cayó 6,8 por ciento interanual, mientras que las bebidas se contrajeron 0,6 por ciento, los artículos de cuidado personal 8,2 por ciento y los productos de limpieza, 1,5 por ciento.

«Argentina tendrá una inflación cercana al 85% interanual en septiembre. La macroeconomía no está equilibrada, sino contenida, y la microeconomía no está contenida sino desequilibrida. El poder adquisitivo de los argentinos se pulveriza día a día”, señaló al respecto Damián Di Pace, director de Focus Market, quien en ese sentido detalló a Ámbito, y agregó: “Las grandes superficies, donde los argentinos consiguen precios de referencia ‘cuidados’, les ganan a los pequeños formatos. Hoy todos pierden: stock del que produce, la caja de quien vende, el bolsillo de quien compra».

«El consumo es el motor de la economía y el comercio su principal sostén. Mientras las ventas minoristas caen de acuerdo a la CAME 3,5 por ciento en septiembre, en los comercios minoristas tradicionales multirubros en el consumo masivo la situación no es mejor. Esto se vio reflejado en los datos del INDEC de Indigencia, donde crece la cantidad de argentinos que no llegan a cumplimentar una canasta alimentaria”, remarcó el analista.

El impacto es mayor en el área metropolitana que en las ciudades del interior del país. De hecho, tal como destaca el estudio, en la región metropolitana el consumo masivo acumuló una caída de 10,5 por ciento en los primeros nueve meses del año. En el resto del país, la merma fue de 0,7%.

La caída de los alimentos durante septiembre se dio en un mes en que, según los relevamientos privados, este rubro creció por encima del nivel general de inflación. Una realidad que volvería a observarse durante octubre.

Por otra parte, de acuerdo a un relevamiento realizado por la firma ShoApp, se observan algunas particularidades en los hábitos de consumo de los argentinos. En una encuesta, la firma indagó qué canales de compra eligen para proveerse de productos de consumo masivo como alimentos, bebidas, higiene personal y limpieza.

“Contrariamente a lo que podríamos pensar en un contexto de inflación y de alta incertidumbre, 2 de cada 3 consumidores eligen hacer compras con varios viajes al punto de venta, y poco volumen en cada compra. Este formato es especialmente popular en niveles socioeconómicos bajos, y en adultos entre 30 y 49 años. Por el contrario, los niveles socioeconómicos altos y los jóvenes de 18 a 29, en su mayoría eligen compras de alto volumen, con menos viajes al punto de venta”, remarcó el estudio.

Al preguntarse por qué se elige este método de compra en un contexto de elevada inflación, la respuesta fue: “La noción de que ‘así se gasta menos, o se controla mejor el gasto’, es la razón que brinda el 50 por ciento de las personas que eligen esta forma de abastecerse”.

“Sabemos que los consumidores eligen el canal de compras principalmente por precio, pero ¿qué significa elegir un canal por precio? Las ofertas, son la principal variable, seguidas de las promociones bancarias. Estas dos variables agrupan más del 70 por ciento de las razones de elección detrás del precio, y explican por qué el canal organizado captura tan eficazmente las estrategias de compras de los argentinos en un contexto de fuerte ajuste”, concluyó el estudio.