SáBADO, 30 DE NOV

Agricultoras latinoamericanas contaron sus historias de esfuerzo y lucha

Entre las mujeres rurales, los índices de pobreza, marginalidad e inseguridad alimentaria son muy superiores tanto a los de los hombres que viven en el campo como a los de las mujeres que habitan las ciudades, indicaron desde el IICA.

 

Agricultoras de América latina y el Caribe contaron sus historias de esfuerzo y lucha contra la desigualdad de derechos en un encuentro por el Día Internacional de las Mujeres Rurales organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA).

Durante el encuentro, se escucharon relatos en primera persona que reflejan el creciente protagonismo de las mujeres en el campo y se hizo foco sobre la necesidad de visibilizar las brechas de desigualdad que las afectan.

“Las mujeres cumplen un rol clave en el desarrollo rural, ya que colaboran de forma significativa en la economía local, promueven la erradicación de la pobreza, enfrentan el cambio climático, aseguran la educación y la alimentación de sus familias y fortalecen el tejido social”, dijo la ministra de Agricultura de Chile, María Emilia Undurraga.

Durante el acto, que se desarrolló ayer de manera virtual, fueron reconocidas la colombiana Liliana Jiménez Molina y la jamaiquina Tamisha Lee, ambas de importante trayectoria en el sector agrícola, como delegadas de la Plataforma Hemisférica de Mujeres Rurales.

La plataforma es un espacio web que el IICA lanzó en agosto con el objetivo de generar redes, facilitar el acceso a oportunidades de capacitación e impulsar el intercambio de experiencias que contribuyan al empoderamiento de las mujeres de las Américas que viven y trabajan en el campo.

A su turno, el director general del IICA, el argentino Manuel Otero, puntualizó que el Día Internacional de las Mujeres Rurales no es una fecha celebrar: “Conmemoramos esta fecha para señalar que tenemos una deuda pendiente con las mujeres rurales y debemos pasar de las palabras a la acción”.

Otero expresó que las 58 millones de mujeres rurales de América Latina y el Caribe son responsables de la seguridad alimentaria y de la preservación de la biodiversidad, pero sufren una flagrante desigualdad que se manifiesta en todos los ámbitos del desarrollo de la vida rural.

“Sólo el 30% posee tierras agrícolas y estas son de menor tamaño y peor calidad. La pandemia, con las restricciones de circulación, aumentó para las mujeres el riesgo de sufrir violencia de género, lo que fue constatado en varios países de la región. Las mujeres rurales, además, perciben sólo la mitad de los ingresos de las mujeres urbanas y un tercio con respecto a los hombres”, detalló.

Otero anunció que próximamente el IICA convocará a una segunda reunión del Foro de Ministras y Viceministras de Agricultura de las Américas, que se constituyó en julio en el marco de la Precumbre de Sistemas Alimentarios con la misión de promover políticas públicas que empoderen a las mujeres rurales y promuevan el reconocimiento pleno de sus derechos.

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