El Gobierno Nacional anunció en las últimas horas que aumentará del 31% al 33% las retenciones de los subproductos de la soja, como el aceite y la harina, mientras que no aplicará derechos de exportación a unas veinte economías regionales. El anunció cosechó fuertes cuestionamientos de algunos sectores, como los aceiteros y los productores de maní, quienes advirtieron que su actividad se verá afectada por la medida.

Si bien la idea del gobierno que lidera Javier Milei era que las retenciones a las economías regionales asciendan del 0% al 15%, el descontento que la propuesta generó en los productores los obligó a dar marcha atrás con la medida.

Así fue que en una reunión que el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, mantuvo durante la mañana de este lunes con la Mesa de Enlace y con el Consejo Agroindustrial Agropecuario (CAA), se comunicó que los derechos de exportación seguirán en 0% para las economías regionales –entre ellas el sector lácteo– pero, para compensar esta caída de ingresos, se subió un 2% las retenciones a los subproductos de la soja.

En primera instancia la medida fue rechazada por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA). Desde el organismo, y en declaraciones a Infocampo, dejaron entrever que la propuesta es “una muy mala noticia para la economía del país”.

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“La principal industria exportadora se verá castigada por la suba de impuestos y eso va a limitar severamente el flujo de divisas y atentará contra el empleo industrial de la soja. La industria siempre pidió igualdad tributaria y esos dos puntos eran un reconocimiento de esa condición fiscal, que ahora el gobierno rompe”, detallaron desde CIARA.

Por su parte, la Cámara Argentina del Maní (CAM) se sumó a los rechazos. Si bien esta actividad es entendida como una economía regional, no está dentro de los sectores que tendrán retenciones cero, de modo que pasará a pagar un 15% de derechos de exportación.

Para la entidad, la decisión podría generar pérdidas de cuotas en el mercado exterior y, a mediano plazo, la “destrucción” de esta economía regional, que emplea a más de 12.000 personas.

“Tratándose de una economía regional fuertemente orientada a la exportación (más del 90% de las ventas son en el exterior), el maní mantiene la necesidad vital de ser exento de impuestos como los derechos de exportación y otros que constituyen un grave obstáculo a su competitividad internacional y tienen solamente un fundamento de recaudación y no de control o regulador de precios del mercado interno”, reclamó la CAM, citada por Infocampo.

Tras asegurar que la actividad atraviesa un momento crítico ante los altos valores de hacienda y los impactos de la sequía, la CAM advirtió: “En el pasado hemos podido observar el efecto desastroso de los derechos de exportación sobre la competitividad internacional de nuestro sector”.

Los productores argumentan que, al establecer retenciones, el maní que se exporte será más caro y, por lo tanto, menos competitivo, provocando que se pierdan mercados ante Brasil.