Javier Gerardo Milei, de La Libertad Avanza, asumirá como presidente de la Nación el próximo domingo 10 de diciembre. De ideas liberal-libertarias, en sus primeros años de vida –marcados por una conflictiva relación con su padres– fue arquero de Chacarita e incursionó en una banda de rock, pero la hiperinflación que golpeó al país a fines de la década de los 80’s lo convenció de estudiar economía.

Milei nació el 22 de octubre de 1970 en el barrio de Villa Devoto de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en una familia de clase trabajadora: su padre, Norberto, era colectivero y su mamá, Alicia Lucich, ama de casa. Dos años y medio después nació Karina, su única hermana, quien fue la jefa de la campaña presidencial que llevó a Milei a la Casa Rosada.

Los hermanos Milei cursaron los estudios primarios y secundarios en el Instituto Cardenal Copello, una institución católica. Hay quienes aseguran que al apodo “El Loco” se lo ganó en esta escuela, ante sus irrupciones de protagonismo.

Milei contó públicamente que tuvo una infancia y adolescencia cargada de violencia y bullying –muchas veces originado en el propio seno familiar– y aquí su hermana fue una fuente de contención imprescindible.

Una infancia de violencia

“Mi padre me hacía bullying. De chico había maltrato físico y estamos hablando de una persona de 1.90, no eran palizas normales. Después cuando estudiaba siempre fue muy despectivo para mi carrera, siempre me dijo que era una basura, que me iba a morir de hambre y que iba a ser un inútil toda la vida”, contó Milei en una entrevista brindada a inicios de junio del 2018 al programa “Debo decir”, conducido por Luis Novaresio.

Y, en una entrevista brindada en el año 2018 al periodista Agustín Gallardo para diario Perfil, amplió: “Mi viejo me cagaba a trompadas. No me olvido más de una golpiza que me dio el 2 de abril de 1982, cuando tenía 11 años. Estábamos viendo en la tele todo lo de Malvinas y a mí se me ocurrió decir que eso era un delirio, que nos iban a romper el culo. A mi viejo le agarró un ataque de furia y empezó a pegarme trompadas y patadas. Me fue pateando a lo largo de toda la cocina. De grande dejó de pegarme para infligir violencia psicológica”.

Pero la violencia física no fue lo único que afectó al presidente electo: Karina, testigo de la salvaje agresión, tuvo que ser llevada al hospital tras el shock que le produjo observar la escena. Desde el nosocomio, Alicia llamó a Javier por teléfono y le advirtió: “Tu hermana está así por culpa tuya, si se muere es culpa tuya”.

Tras confesar que su papá le pegaba, apuntó: “Esta situación hizo que ante situaciones muy adversas yo no le tengo miedo a nada. Capitalicé mi experiencia traumática. No le tengo miedo a nada después de bancarme los golpes de mi papá”.

Seguidamente, el economista reconoció que respondió a los ataques de su padre con buenas notas: tuvo un promedio de 9,43 en la Universidad de Belgrano, donde cursó la carrera de Economía, de la cual se recibió en 1993.

Sin embargo, aún en la universidad el padre de Milei seguía ejerciendo violencia psicológica hacia su hijo: “No me pasaba guita. Me ponía nervioso cuando estudiaba, justo en el momento que más estrés tenía. Mi madre fue cómplice con su silencio”.

“Es parte de su lógica perversa. Se lo hizo a mi hermana y también a mi madre. Vos entrás porque dice que te va a respaldar y cuando estás en el medio del proceso, te lo quita. Entonces, si fracasás te dice que sos un inútil”, contó el presidente electo al recordar que su padre dejó de pagarle la carrera de Economía en la Universidad de Belgrano en el último año de cursada.

Aquí cobra fuerza la famosa pasantía no renovada del Banco Central, la cual aconteció justo cuando su papá dejó de pagarle la carrera: “Hice una pasantía en el Banco Central cuando estaba en cuarto año de la Universidad y gracias a eso pude bancar el último año de la facultad. Yo era un estudiante de economía, y la verdad que las tareas que me habían asignado no me gustaban, y tampoco la gente que me tenía que tener en el área quería que yo hiciera otro tipo de tareas, era una pasantía por 10 meses y no me la renovaron”.

En relación al rol de su madre, Milei apuntó que “hay matrimonios que tienen contratos”, y manifestó: “Mi abuela me enseñó a tirar para adelante y a no tener rencor porque te pudre”.

En una entrevista con el diario La Nación, el libertario profundizó: “A medida que pasó el tiempo, (su madre) adoptó una posición cada vez más perversa. Más tarde terminé dándome cuenta que era una manipuladora”.

En el libro “El loco: La vida desconocida de Javier Milei”, el periodista Juan Luis González indicó que el economista no tuvo relación con sus padres entre los años 2010 y 2020 –incluso llegó a decir que “estaban muertos” para él– mientras que antes de la pandemia, y gracias a la mediación de Karina, logró acercarse a sus progenitores.

Ante la violencia familiar y la falta de amigos, Milei se movía en un pequeño círculo familiar, donde Karina era, quizás, la única persona que lo protegía y contenía.

“Hay que prestar atención cuando dice que siempre fue socialmente apartado, que su padre era violento y lo llamaba ‘loco’ en público, que sus vínculos más fuertes los ha tenido con sus perros, que se comunica con su ‘hijo de cuatro patas’ a través de una mediadora. Que ese centro gravitacional en su vida lo ocupa ahora su hermana. La violencia que sufrió de chico es la que después aplica, la misma violencia que el padre llevó a casa y que aplicaba cuando manejaba un colectivo y sacaba una cachiporra para los pasajeros que se portaban mal”, advirtió González en diálogo con el periódico La Vanguardia.

Y agregó: “No tiene aptitudes sociales desarrolladas. Toda la vida le costó horrores relacionarse con seres humanos. Por eso tuvo su primer amigo a los 30 años y su primera pareja a los 47. Por eso generó ese vínculo tan particular con el perro”.

Entre el arco, Chacarita y el rock

A los 18 años Milei jugó en Chacarita –tanto en las inferiores como en el plantel profesional– donde se desempeñó como arquero, y también formó parte de Everest, una banda de rock que hacía covers de los Rolling Stones y algunas canciones propias.

Ya en este momento Karina demostró ser una de las hinchas más importantes de Javier: era común verla en las gradas de los potreros de la segunda división del fútbol argentino, apoyando a su hermano que se encontraba debajo de los tres palos.

Milei se refirió al rol de arquero en su libro “El camino del libertario” (Planeta): “La personalidad del arquero es muy diferente. Se viste distinto. Usa guantes. Es el único que puede jugar con las manos. Si se equivoca, es gol. Entrena solo. Requiere una personalidad muy fuerte. Es un puesto solitario. Te hacen el gol y todos festejan del otro lado, mientras vos estás solito”.

“De joven incursioné en el fútbol y la música, pero todavía me esperaba mi verdadera vocación. Luego de la hiperinflación de 1989 decidí estudiar economía para comprender el fenómeno monetario y social que afectó a la Argentina”, cuenta Milei en la página web de La Libertad Avanza.

Más acá en el tiempo, en 2018, el presidente electo fue protagonista de una obra teatral llamada “El consultorio de Milei”, dirigida por el exsenador nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), Nito Artaza.

Del apodo “vaca mala” a su amor vínculo con Conan

“Milei es un tipo que solo puede haber de tres temas. No podés tener un dialogo de ida y vuelta, él solo habla, no te escucha ni te hace preguntas. Él te habla o de economía, o de política o de los perros”, contó el autor de “El Loco”.

Quien sigue las diferentes entrevistas que Milei da en lo medios, no debe extrañarse de las reiteradas menciones de “Conan”, su perro mastín inglés que murió en 2017 –aunque el libertario lo sigue nombrando en tiempo presente– y al que mandó a clonar en Estados Unidos.

En este momento, el libertario tiene cinco perros: Conan II, Murray, Milton, Robert y Lucas, todos ellos fueron clonados en Estados Unidos con los genes de Conan I. Sin embargo, González advirtió que nunca se vio a los cinco canes juntos.

Las clonaciones fueron realizadas por la empresa PerPETuate, ubicada en Massachusetts, que cobraría 50.000 dólares por el proceso en cada perro. Cuando Milei ganó el balotaje, el laboratorio hizo un posteo en su sitio web donde manifestó: “Javier Milei dedica su victoria a Conan, su perro fallecido, y los cuatro clones producidos a partir de células conservadas por PerPETuate”. Cabe destacar que el libertario nunca admitió públicamente que eran clones, sino que dijo que se trataban de “nietos” de Conan.

Fuente: www.perpetuate.net

En el año 2018, uno de estos clones murió –y desde entonces Milei lo llama “El Angelito”– cuando el libertario estaba de viaje en Mendoza. Fue Karina quien le dio la noticia por teléfono y le adelantó que estaba enterrando al can con la ayuda de sus padres, lo que provocó un acercamiento familiar.

En el libro “El camino del libertario”, Milei cuenta cómo Conan “lo eligió” en un criadero de Córdoba, y además detalla que, cuando tenía 33 años, llegó a pesar 120 kilos porque solamente comía pizza para poder mantener al perro. Además, reveló que Conan le “aconsejó” vender una moto: “Me recibía con popó cada vez que salía con el vehículo”.

“Tendría 33 años y me había quedado sin laburo. En ese contexto llegué a pesar 120 kilos. Pero reviví. Me acuerdo de que me compraba una pizza grande y esa era mi comida de todo el día. En ese momento el único que estuvo conmigo, y por eso nadie puede disputarle un ápice, es Conan, mi perro”, recordó Milei en una nota con Perfil, del año 2018, cuando el perro llevaba un año muerto.

Para dar cuenta de qué tan fuerte fue el vínculo entre el libertario y su perro, es bueno citar otra declaración que dio en la nota con Perfil: “Hoy no entra nadie más a mi casa que no sea él. Nadie le disputa ese lugar a Conan. Una vez estaba saliendo con una chica que venía a casa y ella se puso mal porque el perro pasó por el cuarto. Me lo hizo sacar. Fue muy loco porque Conan meó toda la puerta de entrada al cuarto. La chica cuando salió se enchastró toda. Desde ese momento no entra ninguna mujer más a casa”.

En el programa televisivo “Incorrectas”, conducido por Moria Casan en el año 2018, Milei se adentró en cuestiones más íntimas y confesó que práctica sexo tántrico: “Es el yoga sexual. Uno de los problemas por el cual los hombres tardan tan poco (en eyacular) tiene que ver con ese mal vínculo con la masturbación. Como es algo que está visto de una manera muy negativa, se apura y se hace muy rápido. Eso hace que se entrene el reflejo eyaculatorio de manera muy violenta y acelerando el proceso”.

“En el tantra quien tarda menos de 45 minutos está considerado un eyaculador precoz. Cada hombre tiene su dinámica, yo eyaculo una vez cada tres meses”, agregó Milei, quien ese mismo año, en el programa PH, detalló que participó en “varios tríos sexuales” y reconoció a él le dicen “vaca mala”.

Por último, el libertario confesó que debutó sexualmente con una trabajadora sexual, cuando tenía 13 años. “Estuve con una chica profesional. Me tomé un colectivo a otro barrio, solo, y me fui a un sauna”, relató.

Su trabajo como economista y su vida política

En 1993 se recibió de Licenciado en Economía de la Universidad de Belgrano, donde también fue profesor hasta 2021, hizo un posgrado de Teoría Económica en el Instituto de Desarrollo Económico y Social (IDES) y un posgrado en Economía en la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).

Es autor de cincuenta y dos artículos académicos, dieciséis libros (entre los que se encuentran “Pandenomics”, “Libertad, libertad, libertad” y “Otra vez sopa: Maquinita; infleta y devaluta”) y más de quinientos artículos de divulgación en medios gráficos.

En el mundo laboral, se desempeñó en la empresa Proden SA –propiedad de Eduardo Eurnekián– y fue capacitador del instituto NW Professional Traders. También trabajó en la AFJP Máxima y en el estudio del economista Miguel Ángel Broda.

Si bien dice que su primer cargo público fue el de diputado, al que asumió el 10 de diciembre de 2021, debe destacarse que entre 1995 y 1999 fue asesor del gobernador de Tucumán Antonio Bussi, quien fue condenado por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar, pero electo democráticamente durante mediados de los 90’s.

En las elecciones legislativas, también llamadas de medio término, del 2021, el libertario se presentó como candidato a diputado nacional por la Ciudad de Buenos Aires, e ingresó al Congreso tras obtener el 17% de los votos. Desde entonces cumple con una de sus promesas de campaña: cada mes sortea su sueldo de legislador entre sus seguidores.