Por Aldo Battisacco desde Buenos Aires (enviado especial)

Ante el avance del Gobierno nacional de fragmentar la reforma laboral disociándola en un conjunto de leyes para atenuar el efecto sobre la conducción gremial, el movimiento obrero tomó nota inmediatamente de la iniciativa bosquejada por el oficialismo y generó un documento en la ciudad de Mar del Plata que analizó con dureza los procedimientos del gobierno y lo señaló como el responsable de la crisis. Además, en las enunciaciones del escrito dejó una advertencia de cuales serían los resultados de persistir en este camino. No sin antes manifestar que le han perdido la confianza a la administración del presidente Mauricio Macri.

Varios dirigentes sindicales de distintas centrales han venido expresando sus cuestionamientos a las políticas del gobierno nacional, a poco menos de año y medio para que se resuelva quien conducirá los destinos de la Nación, los interrogantes de como llegará el perosnimo a esa instancia son muchos. Tampoco nadie duda que el rol del movimiento obrero es gravitante en esta coyuntura y de la importancia que reviste que logre unificar su conducción.

Conclusión dialogó con el secretario general de los canillitas, Omar Plaini, quien analizó el momento institucional de Argentina, los resultados de las políticas gubernamentales, la necesidad de generar un debate profundo para articular «el movimiento nacional y popular». Y abordó también la crisis que atraviesa el justicialismo, cuales serían las soluciones para generar los consensos que sinteticen una propuesta unificada que sea plausible de ser ofrecida a la comunidad en su conjunto.

Para el dirigente gremial, las enumeraciones planteadas en el documento de Mar del Plata, se corresponde «con las acciones que realizó el Gobierno en estos dos años de gestión del Ejecutivo nacional, y nosotros veníamos alertando e insistíamos -como lo señala el documento- con el diálogo, con un norte que pusiera la producción, el empleo, el trabajo y la educación como el objetivo prioritario a resolver».

«Siempre creímos en la necesidad de construir la Argentina del encuentro y del diálogo institucionalizado que jerarquice la sustentabilidad en el tiempo, y sin embargo esto no fue posible, evidentemente el gobierno quedó preso de sus propias contradicciones, porque formuló propuestas que no materializó», explicó Plaini.

-¿Las puntos que los dirigentes sindicales exponen en el documento es una descripción de las medidas del Gobierno, el movimiento obrero veía venir lo que finalmente describió en Mar del Plata?

-No puede sorprendernos demasiado, porque el gobierno es de origen neoliberal, compuesto por Ceos y accionistas. Las expectativas para un sector importante del movimiento obrero no fueron buenas, por el contrario, no analizábamos otra posibilidad que esta. Y ahora, tenemos que ver -además de resistir- como reorganizamos las fuerzas del campo nacional y popular. También entendemos que el movimiento obrero es clave y esencial en estas circunstancias política y económica que vivimos».

-Mayoritariamente los dirigentes sindicales son peronistas y comulgan con ideas que tienen al hombre como el centro de sus preocupaciones, si los anima la misma filosofía ¿por qué se advierten contradicciones para encontrar el camino de la unidad?

-Siempre, después de una derrota del campo nacional y popular se profundizan contradicciones y diferencias, y el origen radica en que cuando somos gobierno tenemos una tendencia muy manifiesta a cerrar el debate. Recientemente, haber hecho esto en el segundo período de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, devino en el comienzo de las diferencias y esto se puede apreciar por el estado en el que nos encontramos después de la derrota. Estamos en una crisis que debemos resolver discutiendo con profundidad que es el movimiento nacional y popular. Que es el peronismo en el presente siglo. Falta esto.

-¿Y cuando comenzará ese debate?

-Pareciera que siempre hay motivos para postergarlo, sea por una elección encima, de medio término, o porque hay que elegir presidente o gobernador, pero en definitiva, hasta que el debate no se haga las contradicciones seguirán ganándole a la homogeneidad necesaria que tenemos que lograr. Si estableciéramos un solo norte, con los tres grandes principios del peronismo, con eje en la justicia social, si no lo hacemos entran en crisis los valores, pero lo que no logramos resolver cual es la metodología, mecanismos y formas para lograr ese acuerdo. Esa es la clave, y es obvio que tenemos contradicciones, esto lo sufre el peronismo, se traslada al movimiento sindical y a la Confederación General del Trabajo, porque su dirigencia es peronista. Suelo usar una definición que me llevó a grandes discusiones con el sector político. Sostengo que el peronismo es una estrategia de poder de la clase trabajadora y si esto es así, somos mucho más que la columna vertebral. Y hasta algún día podremos ser cabeza, como soñaba Moyano.

-Que impidió sortear ese momento…

-Teníamos una crisis que había en el peronismo, teñida por egos, personalismos y algún grado de arrogancia generó dificultades para hallar una metodología, y esto impactó en el movimiento sindical. No hay peronismo sin sindicalismo y sin trabajadores. He aquí la dificultad.

-Si el justicialismo tiene una cosmovisión de la política y la economía que trasciende puntualmente una discusión salarial, cual es la forma en la que se plantará el movimiento obrero de cara al futuro?

-Es indispensable elaborar una propuesta, así como tuvimos «Huerta Grande», «La Falda» o los 21 puntos de Saúl Ubaldini con «Paz, Pan y Trabajo», hay salir con esa propuesta como eje central para la reorganización y recomposición del peronismo y del campo nacional y popular, esta es mi idea, tener un instrumento para lograr esa unidad.

– El peronismo no se organiza, se agudiza la crisis en el campo nacional y popular y arrastra a todos los argentinos ¿cuál es el plazo para concretar esto?

-Esta es la gran discusión, hay ideas que tenemos que plasmar. Tenemos que buscar una metodología y un formato, si no se la encuentra es complicado. Hoy es difícil afirmar que estamos en condiciones de encontrar un líder sindical y otro de todo el peronismo, no hay quien esté en condiciones de convocar y sintetizar todas las expresiones, necesidades y convicciones, esta es la asignatura pendiente. Quizá tendría que tener una mesa que exprese esto.

-¿Lo ve al gobierno reflexionando o tomando nota sobre los cuestionamientos del documento que elaboró la CGT en Mar del Plata?

-Creo que el gobierno está apretado por sus propios intereses, porque representa el mundo capitalista, con lo cual los gerentes Ceos, accionistas, empresarios nacionales y de las multinacionales, condicionan al gobierno, de hecho lo están corriendo por derecha con el plan económico y con el ajuste. Basta escuchar a 4 o 5 gurúes de la economía para apreciar que le piden un shock económico al gobierno. Lo veo muy condicionado al gobierno, porque la esencia de ellos es aquella de quienes los corren por derecha. Su concepción individualista de la historia, la sociedad y la economía se aprecia en el denominado gradualismo, que en cuenta gotas se traduce en el ajuste, y despiden trabajadores de a poco. Pero es evidente que estos sectores le están pidiendo otra cosa, y trata de solucionarlo con endeudamiento externo para tratar de resolver el déficit fiscal. Es notorio que la especulación financiera está en su mejor momento y no veo que lo que necesitamos lo pueda resolver un gobierno con pensamiento neoliberal, que cree en el emprendedorismo -por oposición a nosotros que creemos en salidas colectivas- y el rol del mercado. Me pregunto cómo harían ellos para cambiar esta filosofía, pero no se observan casos de que se haya producido cambios en ningún lugar del mundo. Y esto es un problema.