Por Guido Brunet

La saga de terror en Rosario alcanzó una violencia inimaginable. De la guerra narco se pasó al terrorismo, donde las víctimas son los ciudadanos trabajadores de la ciudad. En los últimos cinco días, son cuatro las personas inocentes asesinadas: dos taxistas, un colectivero y un playero de una estación de servicio. El mensaje de las mafias es claro, un muerto por día.

De hecho, en horas de la tarde de este sábado una bandera con un estremecedor mensaje fue divisada en Circunvalación: “Van a seguir las muertes de inocentes, taxistas, colectiveros, basureros, comerciantes”.

Los asesinatos se dan luego de que el Gobierno de la provincia de Santa Fe endureciera las condiciones de detención para presos de alto perfil, con el fin de eliminar el contacto con el exterior para, de esta forma, no poder organizar crímenes desde el interior de la cárcel.

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Mientras que una nota dejada en el último crimen, el del playero Bruno Bussanich, rezaba: “Pullaro y Coccocioni, van a tener que seguir cargando con muertes de inocentes”, y llevaba la firma de “Zona Oeste, Zona Sur, Zona Norte; unidos”. Es decir, los grupos narco de distintas partes de la ciudad se unieron para perpetrar este tipo de actos.

A estas muertes hay que sumarle las de otros dos taxistas en semanas anteriores y la de un colectivero el pasado diciembre -este caso por una disputa entre bandas narcos-. Más allá de a quién está dirigido el mensaje, en los últimos meses ya son siete los homicidios a vecinos de la ciudad que se encontraban en su puesto de trabajo.

En cuanto a la investigación por estos últimos crímenes, se realizaron varios procedimientos, que dejaron el saldo de, al menos, 20 detenidos sospechados de tener alguna participación con los hechos.

En tanto, el fiscal Patricio Saldutti confirmó que los homicidios de los taxistas Figueroa y Celentano están conectados: ambos fueron cometidos con la misma arma y en la escena del crimen se dejó una zapatilla. Además, Saldutti comentó que las vainas servidas encontradas en el lugar pertenecen a la Policía de Santa Fe. También se supo que los viajes fueron pedidos por WhatsApp y los pasajeros participaron de los ataques.

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A su vez, desde el gremio de UTA Rosario mantienen un paro por tiempo indeterminado desde el ataque a Daloia, y a raíz de la noticia de su muerte, la medida sigue firme. El sindicato de empleados de estaciones de servicio, también comunicó que realizará medidas de fuerza ante la muerte de su compañero. De esta forma, se suspendió la actividad el domingo por la tarde y habrá cierre de estaciones de 22 a 6 hasta nuevo aviso. Por su parte, los taxistas también habían realizado un paro ante los asesinatos de los dos choferes, que tras 24 horas fue levantado.

Víctimas inocentes

Rosario ya ingresó en la triste etapa de comenzar a contar muertos por ataques al azar. Ya son siete en el último mes. Cuatro choferes de taxi fueron asesinados: Diego Alejandro Celentano, de 32 años, recibió en la noche del miércoles cinco disparos en Alvear y Garmendia. Un día antes, Héctor Figueroa fue asesinado por sicarios en otra emboscada en la noche del martes, con un ataque de nueve tiros.

Los anteriores choferes asesinados fueron José Luis Assale, de 63 años, quien el 13 de febrero fue baleado en Necochea y Doctor Riva con diez disparos; mientras que tres días después, Juan Manuel Britos fue atacado con 29 disparos cuando limpiaba su auto en la puerta de su casa en Villa Banana. Britos, además, había tenido custodia policial en la puerta de su casa por dos ataques a tiros ocurridos en febrero del año pasado al ser amenazado por bandas narco para dejar su domicilio.

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El pasado jueves en Mendoza y Méjico cerca de las 19 horas, un hombre no identificado aún abrió fuego contra el chofer la línea K Marcos Deloia, impactándole una bala en la cabeza. El hombre, de 39 años, permaneció en estado crítico hasta este domingo en el Heca, cuando finalmente falleció.

En horas de la noche de este sábado, Bruno Nicolás Bussanich, de 25 años fue asesinado cuando un sujeto armado ingresó a la oficina de la estación de servicios de Mendoza al 7600 y le gatilló también en la cabeza.

Las personas inocentes también fueron víctimas de las guerras entre las propias bandas, con crímenes para enviarse mensajes entre ellas. Como el caso de otro colectivero o un joven artista. El 3 de diciembre del año pasado, César Roldán, de 43 años, fue asesinado con la misma modalidad, cuando alguien paró el colectivo y al frenar la unidad, comenzó a dispararle.

Este episodio tuvo lugar también en la zona oeste de Rosario, en Eva Perón y Cullen. El tiro, como otros casos, fue directo a la cabeza y no le dio chances de sobrevivir. “Valen: dejá de hacerte cuidar por la policía”, fue la carta que se viralizó rápidamente.

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Otro caso de un crimen de una persona inocente con el mero objetivo de enviar un mensaje fue el de Lorenzo “Jimi” Altamirano, un músico que hacía malabares en una esquina y fue interceptado el 1 de febrero de 2023 por un auto en Oroño y 27 de Febrero, le dispararon y dejaron el cuerpo en la puerta del estadio de Newell’s. Los investigadores asociaron el hecho a una disputa entre bandas. El mensaje en esta ocasión fue: “Dejen de sacar chicos del club para tirar tiros”.

Por ese asesinato, en los últimos días detuvieron a un hombre de 34 años en Villa Gobernador Gálvez, a quien le secuestraron una escopeta, cartuchos, celulares y dinero en efectivo.

Para intentar contrarrestar esta ola de violencia, el gobernador Pullaro -quien no asistió a la reunión en Casa Rosada para abocarse a esta situación- junto con la ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich definieron nuevas medidas. Entre ellas, dispusieron el incremento del personal policial para horas de servicio extraordinario, refuerzo de fuerzas federales y participación de Fuerzas Armadas, intensificación de controles a vehículos y personas.