Con declaraciones desde Tailandia, donde se encuentra en una misión comercial, el gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, se refirió a los ataques perpetuados a dos de las casas donde vivió el juez Ismael Manfrín y consideró que son “actos de intimidación a la Justicia”, al tiempo que los vinculó a los traslados de Guille Cantero y Ema Chamorro, concretados esta madrugada.

«Esto apunta a atemorizar a los jueces y fiscales que están interviniendo en causas vinculadas al narcotráfico y la violencia», dijo Lifschitz a los periodistas que cubren la gira. Además contó que dio órdenes al ministro de Seguridad, Maximiliano Pullaro, para dar protección tanto a Manfrín como a los otros jueces y fiscales que han intervenido en las causas que involucran a Los Monos.

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También el gobernador provincial pidió que transmitan su “solidaridad y apoyo” a Manfrín y se comunicó con el Ministerio de Seguridad de la Nación a fines de coordinar acciones «para encontrar a los responsables de la balacera y para profundizar las investigaciones en curso».

“Son reacciones que tienen que ver con el cerco que se le ha puesto a esta y otras organizaciones delictivas de la ciudad. Se han ido tomando decisiones que están poniéndole coto al accionar a veces impune de estas organizaciones», dijo Lifscitz.

Por último destacó: “Estamos frente a una organización que ha sido desmembrada. Pero es una tarea que no termina, que hay que seguir profundizando. Hay grupos vinculados, elementos que han integrado este grupo y que hoy siguen operando en distintos ámbitos y van a requerir un trabajo más intenso de la Justicia y las fuerzas de seguridad».