Mario Alfredo Marcote, José Rubén Lofiego, Ramón Rito Vergara, Telmo Ibarra, Carlos Scortechini y Ernesto Vallejo fueron condenados a prisión perpetua por delitos como homicidio, privación ilegal de la libertad, amenazas y tormentos durante la última dictadura militar. Los exagentes del Servicio de Inteligencia del II Cuerpo de Ejército fueron juzgados en el marco de la megacausa Feced III y IV, en perjuicio de 188 víctimas.

Los exagentes Marcote y Lofiego fueron considerados como coautores penalmente responsables de los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada por ser funcionario público con abuso funcional y por mediar violencia y amenazas en concurso real, con el agravante de los delitos de aplicación de tormentos agravados por ser las víctimas perseguidos políticos; por los delitos de homicidio triplemente calificado por alevosía por el concurso premeditado de dos o más personas y para procurar la impunidad de un delito anterior, previsto y reprimido en el Código Penal.

A Marcote se le imputó además el grado de violación agravada por ser encargado de las guardas de las víctimas, entre ellas Estela Hernández y Adriana Beade.

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Tras un extenso proceso oral y público, el Tribunal Oral Federal II de Rosario, integrado por la jueza Lilia Carnero y los jueces Aníbal Pineda y Eugenio Martínez, dio a conocer vía videoconferencia su veredicto por los crímenes cometidos por la estructura de inteligencia de la Policía de Santa Fe durante la última dictadura.

El TOF 2 los condenó por «homicidio agravado por el concurso de dos o más personas, privación de la libertad agravada, imposición de tortura agravada, abuso sexual y asociación ilícita y sus acumuladas a lo largo del proceso».

Por su parte, Alberto Gianola fue sentenciado a 22 años de cárcel y es la primera pena que recibe ya que se encontraba prófugo antes de este proceso. Eduardo Dugour, en tanto, recibió otros 22 años de prisión, Julio Fermoselle 18 años y Lucio Nast, 16.

El juicio se inició en abril de 2018 y analizó los delitos adjudicados a diez efectivos de la Policía de Rosario durante la última dictadura, cometidos contra 188 víctimas del Terrorismo de Estado.

La jueza Lilia Carnero manifestó al inicio de la lectura del fallo: «Estos sucesos trágicos nos imponen una autocrítica como sociedad por haber permitido que se llegase a tal extremo de barbarie e irracionalidad, para que en el futuro no se repita esa tragedia».

A su vez, la causa también involucró a Carlos Ulpiano Altamirano, Daniel González, Ovidio Marcelo Olazagoitía y el sacerdote Eugenio Zitelli, quienes fallecieron previo a la condena.