Cococcioni anunció que “hay tres detenidos” por los cuatro asesinatos a trabajadores rosarinos

El ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, brindó una conferencia de prensa durante la mañana de este lunes, en la sede de Gobernación (ubicada en Santa Fe y Moreno), en donde confirmó que por los recientes homicidios hay tres personas detenidas, al tiempo que mencionó que se está reforzando a la Policía de Santa Fe y se está profundizando la coordinación con las fuerzas federales.

Tras repudiar los hechos criminales en los que murieron cuatro trabajadores rosarinos y solidarizarse con las familias de las víctimas, el funcionario santafesino apuntó: “Desde la provincia se están poniendo todos los esfuerzos desde el primer momento en esclarecer estos hechos y todos los recursos de nuestra Policía de Investigaciones (PDI) y nuestros grupos especiales”.

“En este momento se están llevando medidas producto de un Comité de Crisis que se ha armado desde el principio, en el que formaron parte también la fiscal general, la fiscal regional, los equipos de gestión del Ministerio Público de la Acusación (MPA), un equipo especial de cinco fiscales que se ha conformado para abocarse exclusivamente a los hechos de estos últimos días”, explicó el ministro.

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Y agregó: “En función de eso se han llevado adelante una serie de medidas, allanamientos y secuestros de elementos de utilidad para la investigación. Hasta el momento hay tres personas detenidas, pero estos detalles tendrán que ser brindados por la Fiscalía cuando estime correspondiente formalizar las imputaciones. Hay medias que se están llevando a cabo en este mismo momento, por lo que esperamos mayores novedades en las próximas horas y días”.

Cococcioni destacó, además, que se está “reforzando” a la Policía de Santa Fe y que se trabaja en la coordinación con las fuerzas federales que están en Rosario. “Estamos poniendo todos nuestros esfuerzos en esclarecer estos hechos y en llevar a los culpables ante la Justicia y a la cárcel. Creemos que hay que aplicar la ley estrictamente, el régimen penitenciario tiene que ser muy estrictito. Veníamos de un periodo de varios años en los cuales se permitió que los presos hicieran lo que quisieran y organizaran los delitos impunemente desde la cárcel, eso en la provincia de Santa Fe se terminó y tenemos que ser muy firmes. Estos delincuentes van en contra de toda una sociedad que quiere vivir tranquila”.

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Asimismo, el titular de la cartera de Seguridad manifestó que el cambio en política penitenciaria es “una postura de la provincia de Santa Fe expresada en todo su arco institucional”, al tiempo que destacó la importancia de mantenerse firme en “impedir que los delincuentes vuelvan a dominar la cárcel”.

“Se están adoptando medidas para poner hasta el último recurso policial en calle. Se coordina con fuerzas federales una nueva división en zonas, con un nuevo esquema operativo reforzado. Hoy la cobertura entendemos que ha cambiado y ha aumentado rotundamente, estamos en condiciones de dar cobertura a todos los llamados al 911”, concluyó el funcionario.

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Las declaraciones de Cococcioni se dan luego de una semana marcada por la violencia en Rosario: el martes a la noche asesinaron al taxista Héctor Figueroa; el miércoles a su compañero Diego Celentano; el jueves a la tardecita balearon al chofer de la línea K Marcos Daloia, quien falleció en la tarde del domingo, tras permanecer internado en grave estado; y el sábado a la noche asesinaron al playero Bruno Bussanich. Se cree que estas cuatro personas nada tenían que ver con el crimen organizado, sino que fueron víctimas elegidas al azar para aterrorizar la ciudad y dar un mensaje a las autoridades ante las nuevas políticas penitenciarias.

¿Cómo fueron las tres detenciones? 

La Policía de Investigaciones (PDI) realizó recientemente diez allanamientos y detuvo a tres personas, quienes están sospechadas de participar de los cuatro asesinatos ocurridos en Rosario en los últimos días.

Los operativos se concretaron en domicilios ubicados en Pago de los Arroyos al 6631, Pasaje Morales al 3500, Belgrano y Av. Argentina, Presidente Quintana al 120 bis, Presidente Quintana entre Esmeralda y Chacabuco, Av. Argentina al 4940, Sánchez de Loria al 870 bis y Becquer al 533 bis de Rosario. También allanaron viviendas situadas en Pitágoras al 351 y Sucre al 135, en la vecina ciudad de Granadero Baigorria.

Tras los operativos, se detuvo a dos hombres y una mujer, todos mayores de edad, y se secuestraron 54 teléfonos celulares, dos motos, 51 municiones de distintos calibres, $267.770, una balanza de precisión, 14 chips de telefonía, dos cargadores 9mm, y una patente de moto con captura activa.

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Las detenciones se suman a otras 20 producidas durante el fin de semana.

Una foto innecesaria y el pedido de ayuda a Nación

Ante la escalada de violencia y la amenaza de más muertes de inocentes, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, pidió ayuda al Gobierno nacional y solicitó el envío de más fuerzas federales.

Así, tanto la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Defensa, Luis Petri, intervendrán en la ciudad con el envío de la Policía Federal, la Gendarmería, Prefectura Naval, el Servicio Penitenciario y la Policía Aeronáutica. Además, involucrarán a efectivos de las Fuerzas Armadas para brindar asistencia en seguridad interior, siguiendo los lineamientos del artículo 27 de la ley 24.059, de la ley de Seguridad Interior.

El artículo 27 de esa norma específica que “…el Ministerio de Defensa dispondrá en caso de requerimiento del Comité de Crisis que las fuerzas armadas apoyen las operaciones de seguridad interior mediante la afectación a solicitud del mismo, de sus servicios de arsenales, intendencia, sanidad, veterinaria, construcciones y transporte, así como de elementos de ingenieros y comunicaciones, para lo cual se contará en forma permanente con un representante del Estado Mayor Conjunto en el Centro de Planeamiento y Control de la Subsecretaría de Seguridad Interior”.

El comienzo del involucramiento del Ejército en la lucha contra el crimen organizado comenzó. Pero, para haber llegado a este punto, previamente, el gobernador santafesino había subido sus apuestas contra los narcos al publicar una fotografía de los detenidos en la cárcel de Piñero, a la manera en la que el presidente de El Salvador Nayib Bukele apila a los miembros detenidos de las pandillas que se habían adueñado de las calles de El Salvador a pura violencia contra los civiles inocentes.

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Esa fotografía, que en realidad fue una respuesta del gobierno santafesino tras el ataque a balazos contra dos micros que trasladaban a efectivos del Servicio Penitenciario y en el que resultó herido un agente, conllevó la advertencia del ministro de justicia y seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni, a afirmar que “cada vez la van a pasar peor si siguen cometiendo delitos organizados desde las cárceles”.

La respuesta de los criminales no se hizo esperar con un raid de víctimas civiles asesinadas a sangre fría.

Para el especialista en políticas públicas y analista de seguridad, Jorge Luis Vidal, Pullaro no es Bukele ni cuenta con las herramientas del presidente salvadoreño.

“Rosario no es El Salvador, esa foto que hizo la provincia de Santa Fe no contribuyó en nada a lo que Patricia Bullrich venía haciendo con las fuerzas federales porque el gobernador no tiene todos los elementos para llevar adelante medidas a lo Bukele. Por otra parte, las fuerzas federales que hay para mandar a Rosario no son suficientes y aparte de eso, son fuerzas federales que corresponden a otra región”, expresó.

Y agregó: “No son la Policía de Santa Fe, que dicho sea de paso, no es la más adecuada para combatir el narcotráfico porque a lo largo de estos últimos 30 años se vio que fue muy permeable a la corrupción del negocio del narco”.

Pero volviendo a la foto de la cárcel, para Vidal “no ayudó en nada porque ahora no se le puede dar una respuesta peor a los narcos como hizo Bukele que tiene algo que en Santa Fe, Pullaro, no posee. En El Salvador hay un estado de excepción que en Santa Fe no existe”.

En este sentido, el presidente de la Corte Suprema de Santa Fe, Rafael Gutiérrez, también había reprochado la fotografía, a la que consideró una “provocación innecesaria”.