“Por el trabajo, la salud y la educación; por los derechos sociales; por la democracia” fue la consigna de la convocatoria que se realizó en el Centro Cultural La Toma este jueves en Rosario, donde tuvo lugar un plenario de trabajadores y el campo popular.
El acto contó con la presencia de Hugo Yasky, secretario general de la CTA y diputado nacional por el Frente de Todos, y la también legisladora del espacio Vanesa Siley. Previamente el referente de los trabajadores había participado de un homenaje a Victorio Paulón -militante sindical y preso político fallecido en 2022- en la Ronda de las Madres realizada, como hace 40 años, en la plaza 25 de Mayo.
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En el marco del plenario en La Toma, Yasky, en diálogo con Conclusión, manifestó: “En Rosario la unidad es muy fuerte y tiene contenido, con objetivos comunes”. Acto seguido, se refirió a la eliminación del impuesto a las ganancias, lo que consideró “muy positivo”, y agregó que “hace mucho que lo veníamos reclamando”.
En cuanto al proyecto que busca la reducción de la jornada laboral, señaló que sus opositores “tienen una mirada reaccionaria, piensan que como en el siglo 18 la explotación de la fuerza de trabajo depende del tiempo que el obrero esté en la fábrica, esa es una mirada que en el mundo fue superada, y hay que ir a una reducción de la jornada laboral”.
Metiéndose de lleno en las elecciones presidenciales del próximo 22 de octubre, pidió: “Hay que lograr que el campo popular pueda seguir comiendo, respetar los derechos de los trabajadores y la redistribución de la riqueza”.
Inmediatamente, analizó que “la derecha viene en un proceso de degradación. Cada vez se acentúa más, son imágenes patéticas, que se ven en las locuras que dice patricia Bullrich”. Y fustigó: “Están en un proceso que rápidamente los va a llevar a un estado de descomposición”. Al tiempo que reconoció que “hay una sensación de bronca y cansancio”, pero de todos modos “la segunda vuelta va a ser distinta”.
“El pueblo argentino y los trabajadores nos encontramos ante un escenario electoral en medio de una crisis económica, política e institucional en el que, vendiéndose como nuevas, avanzan y se legitiman fórmulas y recetas neoconservadoras de un modelo de sociedad para pocos, donde las grandes mayorías sean cada vez más despojadas de todos sus derechos”, rezaba uno de los afiches de la convocatoria.
