Por Federico Morel

Desde hace algunas semanas, la entidad que concentra a los transportistas de personas con discapacidad, ATRAES, se encuentran en continuo reclamo hacia el Programa de Atención Médica Integral (PAMI), debido a la deuda que sostienen por los servicios prestados hace varios meses.

Es por ellos que días atrás, los transportistas decidieron movilizar y hacer una protesta frente a la sede del PAMI que posee en Rosario, para hacer visible la grave y urgente situación que los atraviesa.

Este último reclamo se suma al que realizaron a principios de año en la sede del IAPOS, la obra social de la provincia de Santa Fe, que tenía una deuda similar con las prestaciones del servicio de transporte para discapacitados.

 

Conclusión se puso en contacto con Pablo Bolego, presidente de ATRAES, y coordinó un encuentro para hablar de la problemática que los encuentra en estado de alerta.

Al ser consultado por la protesta hacia el PAMI, el referente de los transportistas de personas recalcó la importancia de recordar que esta situación comenzó en a principios del año 2017.

 

«La situación actual es importante historizarla, porque creo que esta situación es una consecuencia de diferentes políticas que considero regresivas en materia de derechos a personas con discapacidad. No me gusta identificar a nadie. Creo que en los años 2017 y 2018, particularmente, hemos sufrido un retroceso muy importante. La quita de pensiones a personas con discapacidad ha sido enorme, ha costado muchísimo recuperar las pensiones para esas personas que tanto lo necesitaban«, explicó el conductor.

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Bolego continuó explicando que sufrieron «devaluaciones muy profundas en aquellos años que han empujado a muchos compañeros y compañeras a dejar la actividad. Y hoy nos encontramos con un escenario también difícil desde el punto de vista económico. Un proceso inflacional tan elevado como el que le toca vivir a Argentina impacta muy fuerte sobre una prestación que en definitiva está dolarizada. Los insumos de nuestra prestación están dolarizados. Y como todos sabemos, cada vez que trabajamos para el Estado, para las obras sociales sindicales, prepagas, para el PAMI, esta burocratización del sistema hace que por supuesto cobremos con muchísimos meses de atraso. Entonces, en otras circunstancias, en otros años, me gusta charlar con mis compañeros y decir, nosotros podíamos de alguna manera soportar ese atraso que la burocracia te impone. Pero claro, en este escenario es muy, muy difícil. Nos cuesta muchísimo poder salir a trabajar«.

El escenario de los transportistas al que se refiere Bolego es realmente preocupante. «Vemos como caen compañeros, como dejan de brindar el servicio mes a mes. Y por supuesto que se dejan a personas con discapacidad sin una prestación, como vos decías, tan importante. A mí me gusta siempre recordar y remarcar que el servicio de traslado de personas con discapacidad es un servicio que es muy probable que en algún momento de la vida de cualquiera de nosotros lo necesitemos», remarcó el presidente de ATRAES.

Sobre que es lo que está en juego en este contexto, y sobre que valores humanos se exponen en esta actividad, Bolego declaró: «la empatía con aquel que necesita. Esto no debería ser solamente un valor que tengan que tener los transportistas de las personas con discapacidad. Pero de todas formas, yendo a lo que vos traés, claro, uno desarrolla una empatía con una persona que está necesitando de un servicio que vos estás brindando. En mi caso personal tiene que ver con una historia familiar. Yo estoy en el rubro de la discapacidad, en este caso, trasladando personas desde hace 20 años. Y bueno, me introduzco de alguna manera en la actividad en un momento donde la expansión de derechos y la incorporación de personas a un sistema virtuoso, porque en definitiva hay que reconocer que en Argentina las personas con discapacidad, sean del estrato social que sean, tienen el mismo servicio. Uno puede tener una camioneta determinada que la usa una persona que tiene una obra social prepaga como Osde, o aquel niño que no tiene ningún tipo de cobertura, pero sí tiene el programa federal Incluir Salud, que le permite también subir a esa camioneta».

«Hay que reconocer que el sistema en este sentido es virtuoso y por eso hay que defenderlo, por eso nos encontrará seguramente muchas veces en la calle reclamando porque lo que tenemos que defender también, no solamente que se le pague a los transportistas por un servicio brindado, sino defender este sistema. Este sistema es muy importante. Se ha abandonado ya hace 25, 30 años la mirada caritativa por una mirada de derechos. Las personas con discapacidad tienen el derecho, nadie les tiene que regalar nada. Por eso es muy importante. Y mucho más frente a un escenario electoral donde, bueno, estas cuestiones empiezan a aparecer. La idea de que alguien apadrina a una persona con discapacidad, esto que te digo, la idea caritativa. No, acá hay un derecho, un derecho que cualquier sujeto, cualquier persona con discapacidad de nuestro país, tiene las mismas herramientas para trasladarse, para rehabilitarse. Así que nada, eso hay que celebrarlo también», añadió el referente de la entidad que sostiene el reclamo.

La discapacidad y la sociedad

Aunque no lo parezca, todavía faltan muchos derechos que conquistar por parte de las personas con discapacidad, comenzando con más políticas que los incluyan.

En relación a esto, Bolego explicó que «no hay que dejar pasar por alto que todavía hay mucha necesidad en esto, en el cumplimiento básicamente de los derechos. Y bueno, esto me lleva a preguntarte qué es lo que nos falta. Corriéndonos un poco también de esta, de alguna manera, de este reclamo que están haciendo los transportistas, como vos decías, la burocracia, pero qué es lo que nos falta como sociedad, desde el Estado para poder mejorar la situación de las personas con discapacidad. Lo que yo creo es una mirada integral, digamos, políticas públicas transversales que excedan los gobiernos, que aunque pase el tiempo las políticas permanezcan. Me parece que hay que tener una fuerte inversión desde el Estado, tratar de optimizar, de unificar. Hoy estamos financiados por, hasta acá ha funcionado, pero bueno, por obras sociales sindicales y prepagas por un lado, a través de la superintendencia de servicios de salud».

Además, mencionó que «el PAMI es otro financiador. El IAPOS a nivel provincial es otro financiador. El Programa Federal Incluir Salud, que te decía, para personas que no cuentan con cobertura, es otro financiador. Bueno, lo que hay que pensar, si me lo preguntaba a mí, es en una mirada integral donde los recursos se han inyectado de un solo lugar, pensar por qué no, así como existe un Ministerio de la Mujer, un Ministerio de la Discapacidad. Claramente tiene que ver con eso. Con una fuerte inversión del Estado, para que este tipo de situaciones que nos tocan atravesar ahora, no las tengamos que volver a vivir. Imagino y pienso que si el sistema estaría más aceitado, no solamente se le mejoraría la vida, en cuanto al derecho a estar contento, a la alegría que tienen que tener las personas con discapacidad también, sino que eso contagiaría también a gran parte de la sociedad. Sí, sin lugar a dudas. Hablábamos de la empatía recién, y cuando uno ve que una persona alcanza sus logros, aquel que arranca siempre un poco más atrás, porque hay que entender que el Estado está justamente para tratar de igualar oportunidades. Así que sí, sin lugar a dudas, creemos en eso, entendemos que la cosa va por ahí, y por eso de alguna manera lo pedimos, no lo reclamamos, a esto lo pedimos».

Costos del servicio y la prestación

El asunto más relevante de la demanda que llevan adelante los transportistas en cuanto a la integralidad del servicio son los costos, ya que no se trata solo de buena voluntad sino tambien de mantenimiento del vehículo acorde a los requerimientos que, en la mayoría de las veces, reclaman quienes luego le adeudan las prestaciones.

«Lo que nosotros hemos perdido en este último tiempo es rentabilidad, digamos. O sea, con lo que ganamos no podemos sostener un vehículo. Esta es la realidad. En el transporte para personas con discapacidad existen varias categorías de transporte. Hay una que es exclusivamente para traslado de una persona con movilidad reducida en un vehículo pequeño, donde probablemente el chofer sea el dueño y trabaje más horas y tenga la posibilidad de ponerle GNC. Pero también hay una inversión. Por ejemplo, la rampa para subir tiene un costo elevadísimo. Hay una rampa para ponerle al vehículo que además tiene que tener mantenimiento, una serie de cosas. Y después están quienes tienen tráfico o vehículos más grandes, que eso también es imposible. Estamos hablando de 170.000 pesos«, apuntó Bolego.

El chofer de transporte para personas con discapacidad, además definió que «uno registra cómo se va deteriorando el servicio. Los vehículos se empiezan a caer. Muy difícil reemplazarlo. Y hay muchos que no pueden renovarlo porque también hay exigencias donde te dicen, bueno, tenés que tener 10 años de antigüedad. ¿Quién compra una camioneta? Nadie».

La tarea que llevan adelante los transportistas para con las personas discapacitadas es esencial y debe formar parte de la agenda política el mejoramiento de las condiciones en las que estos servicios son prestados.

Bolego concluyó dejando una reflexión y un pedido para las autoridades correspondientes: «Ampliemos derechos a personas con discapacidad con recursos genuinos que son los necesarios para que las personas puedan finalmente tener una calidad de vida acorde a la que tenemos todos. Me parece muy importante que el Estado esté presente. Hoy entendamos que no se brindan servicios en espacios públicos. O sea, el Estado no te da un espacio público a una persona con discapacidad para que asista. Lo hace a través de los privados y al privado no le paga. Entonces digo, bueno, estas son las cosas que hay que corregir, una fuerte presencia del Estado, una fuerte inversión en materia de discapacidad para que todos y todas puedan estar teniendo la mejor calidad de vida«.