Los trabajadores de la Dirección de Bioquímica que se desempeñan en efectores municipales realizan durante este martes un paro de 24 horas en reclamo del pase a planta permanente y de mejores condiciones laborales. Para visibilizar sus pedidos, los empleados realizaron una manifestación en la puerta del Cemar, ubicado en Moreno y San Luis.

En diálogo con Conclusión la delegada de ATE Rosario en el Cemar, Iris Velásquez, indicó: “Hoy estamos de paro los móviles del Departamento de Bioquímica porque son alrededor de diez compañeros que están esperando una mejora en la contratación y pases a planta”.

Y agregó: “Hay compañeros que hace entre cinco y veinticinco años que prestan servicios al municipio con contrato anual. Reclamos el pase a planta, porque en todo este tiempo nunca se discontinuó el trabajo, y mejoras en las condiciones de contratación. El contrato se hace una vez al año y con la inflación que hay queda toralmente desfasado de las necesidades de los trabajadores”.

En este sentido, Velásquez aseguró que los empleados del sector realizaron “todo tipo de presentaciones” a los distintos gobiernos municipales y a los secretarios de Salud que hubo en los últimos veinte cinco años, pero aún no obtuvieron respuestas concretas.

Por su parte, el también delegado de ATE Rosario en el Cemar, Fernando Oyarbide, apuntó: “Al reclamo no lo empezamos ayer, hace más de veinte años que comenzamos a hacer notas. Todos los gobiernos municipales nos dijeron que iban a considerar la problemática, pero siempre seguimos igual”.

“Cuando hicimos el contrato –añadió Oyarbide– dijeron que podíamos perfectamente llevar las muestras biológicas de los distintos hospitales y centros de salud de la periferia de Rosario, ya sean municipales o provinciales, al laboratorio sin ningún tipo de prevención. Llevamos todas las enfermedades infectocontagiosas, previo a pasar por una mesada del laboratorio. Es en extremo peligroso. Si nos enfermamos, no tenemos ningún tipo de protección, quedamos completamente desamparados”.

Sobre esta situación, ahondó: “En la República Argentina son diez las cargas peligrosas, las que llevamos nosotros son 6.2, pero como no hay legislación al respecto para ese transporte, el municipio está incurriendo en una grave falta. Nos dan el uniforme, que dice Municipalidad de Rosario, cumplimos un horario como cualquier personal de planta, y hacemos una sola factura por mes, con un contrato con vencimiento anual o cada seis meses. Si nos enfermamos con alguna de esas muestras, perdemos el trabajo automáticamente. Lo único que pedimos es que se respeten las leyes, que están”.

El trabajador del Cemar reconoció que desde la Municipalidad “saben de la importancia” que el sector tiene para que funcione el sistema sanitario de la ciudad, y apuntó que cuando los empleados del Departamento de Bioquímica paran se “paraliza la salud pública”.