Por Jennifer Hartkopf

La inseguridad es el tema del que habla la ciudadanía. Para la mayoría de los rosarinos, además de los demás ciudadanos de la Argentina, es la mayor preocupación y las inquietudes en torno a los recurrentes hechos delictivos y de violencia se han trasladado a los políticos, que de cara al balotaje del próximo domingo buscan a toda costa ser los representantes de la solución al tema.

En ese contexto, Conclusión dialogó con Miguel Enrique Polenta, comisario general retirado de la provincia de Santa Fe, quien consideró que «la llegada de las Fuerzas Federales a Rosario es un maquillaje», así como que el control de la calle se ha perdido debido a las «injerencias políticas».

«La violencia se incrementó porque debido a las injerencias políticas se perdió el control de la calle. Si no hay control de la calle, es imposible prevenir y esclarecer los hechos delictivos», comenzó el comisario retirado.

jefe_URIII_Polenta2_fvizziLuego, dijo que «la policía tiene que ser una institución verticalista y disciplinada del poder político de turno, donde las personas no tienen que ser nombradas a dedo sino elegidas por su real capacidad y experiencia».

«Como siempre digo, los jefes de policías son como arquitectos: el poder político debe decir qué es lo quiere y ellos serán los técnicos que determinarán cómo se hace el trabajo«, explicó Polenta.

Consultado sobre la llegada de las Fuerzas Federales a la ciudad, fue contundente: «Es un maquillaje». «Cada provincia tiene un código de procedimiento y lleva tiempo interpretarlo y saber cómo trabajar en cada lugar, no se puede hacer de un día para otro», aclaró.

-¿Qué se necesita para cambiar la actual situación de inseguridad en Rosario?

-Primero órdenes claras de autoridades provinciales, acompañadas de decisión política. Segundo, jefes de policía más idóneos y tercero un sistema de premios y castigos.

-¿Dónde radica la importancia del sistema de premios y castigos que menciona?

-El personal policial necesita motivación, que depende de salarios dignos, ascensos en tiempo y forma y elementos de trabajo correspondientes y en condiciones.

En ese orden, Polenta también señaló la necesidad de que todas las policías dependan de un jefe policial, siguiendo una cadena de mandos, ya que «las divisiones que se han hecho son malas porque le quitan la fuerza al comisario. Le sacaron la fuerza a la comisaría», advirtió.

Por último, dijo que «la policía debe ser depurada por la propia policía» y que la confianza en la institución policial se recuperará cuando «se le de respuesta a la gente».