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El intendente de Rosario, Pablo Javkin, se hizo eco de las amenazas que este lunes recibieron los trabajadores municipales que participan del derribo de puntos de venta de drogas, y aseguró que en estos procedimientos sólo participan funcionarios locales y no empleados “desarmados”. Al mismo tiempo, aseguró que estos mensajes intimidatorios buscan “generar un juego de terror”.

Durante la mañana del pasado lunes, minutos antes de que la Municipalidad y el Gobierno de Santa Fe lleven adelante el derrumbe de cuatro puntos de venta de estupefacientes (dos en barrio Tablada y dos en Felipe Moré al 600 bis), apareció en la sede rosarina del Ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe una nota con amenazas al gobernador Maximiliano Pullaro y a los trabajadores municipales que participaron de la demolición de estos “búnkers”.

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Este martes, y en diálogo con los medios, entre ellos Conclusión, Javkin manifestó: “Tengo una postura que es no hacerle el juego en esto de usar amenazas para tener trascendencia. Los papeles que se dejan están en manos de los fiscales. A las intervenciones que tienen que ver con derribo de búnkers las hacemos solamente con funcionarios municipales, lo otro es parte de un juego de terror que se busca generar”.

Y agregó: “No digo que no sea creíble, pero no me busquen para contribuir al terror que esta gente quiere generar a partir de estos hechos. Hay una decisión muy firme del gobernador y del Ministerio Público de la Acusación (MPA) para afrontar las nuevas acciones en materia de seguridad, en eso hay que mostrar firmeza absoluta. Todas las intervenciones van a ser con funcionarios, no vamos a exponer a personal desarmado”.

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Por otro lado, el intendente indicó que aún no se le informó qué harán con los terrenos donde estaban emplazados los puntos de venta de drogas, pero aseguró que si alguno de estos lugares es asignado a la Municipalidad, se cumplirá con el rol adjudicado por la provincia. Asimismo, descartó que algunos organismos municipales –con excepción de ciertos centros de salud– reciban custodia policial tras las amenazas.

“Estamos teniendo acción fuerte y coordinada en las calles de la ciudad con fuerzas federales. Se está haciendo algo que reclamamos mucho. Veíamos las consecuencias de las libertades que se tenían en la cárcel para delinquir, y se está tomando fuertemente el problema penitenciario, que es desde donde se originan el 90% de los hechos. Vamos a respaldar a pleno ese trabajo, en coherencia con todo el tiempo que lo exigimos. Más allá de las amenazas, tomar en serio el tema carcelario ayudará a que nuestra gente encuentre paz en las calles”, concluyó el intendente.