Por Gisela Gentile

“Todo está guardado en la memoria sueño de la vida y de la historia

La memoria despierta para herir a los cuervos dormidos que no la dejan vivir

Libre como el viento”

                                                                                                León Gieco

Estamos atravesando quizás sin darnos cuenta, un momento histórico. De aquí a unos años recordaremos el 2020 como el año del coronavirus. Sin dudas, nuestros hábitos se vieron completamente modificados y tuvimos que adaptarnos a una experiencia nueva, a la de vivir encerrados.

Si bien sabemos que es momentánea esta circunstancia, el quedarnos en casa nos insta a pensar cómo seguir presentes en diferentes luchas que trasciendan el aislamiento obligatorio. Una de ellas, es el pedido histórico de Memoria, Verdad y Justicia.

Cada 24 de marzo, cientos de miles de personas son partes de la emblemática movilización del Día de la Memoria, la misma es una fecha en la que se conmemora y se busca mantener viva la memoria social sobre los tristes y oscuros acontecimientos producidos en la última dictadura militar.

Hoy la situación ha llevado a las distintas agrupaciones a pensar alternativas para decir presente pero en esta oportunidad sin movilizar. Una de las propuestas es la que impulsan las mujeres de la Cooperativa Pariendo Justicia, (organización integrada por familiares de víctimas de nuestra ciudad), así como otras organizaciones de derechos humanos. Para conocer en detalle de qué se trata la propuesta, Gabriela Vega, integrante de Pariendo Justicia, dialogó con Conclusión.

“Particularmente integro también el grupo de Mujeres de la Plaza, allí estamos familiarizadas con los distintos tipos de bordado y talleres de costura. De ver bellos y diversos trabajos realizados, se me ocurrió bordar algo para luego colgarlo en mi hogar, como en otras tantas situaciones donde colgué mi pañuelo verde o naranja”, sostuvo.

Visibilizar este tipo de luchas en las barriadas, es una ardua tarea. “En Acindar la mayoría  de los habitantes son policías y gendarmes, por lo cual aquí las personas no se suman a nada, agregándole a esto que la mayoría tienen un discurso estigmatizante y poco empático con las situaciones de vulnerabilidad. Hace un tiempo tenía un comercio en el cual colocaba un pizarrón con diferentes reflexiones para visibilizar situaciones”.

Entre las compañeras de la <Cooperativa Pariendo Justicia> esta idea resonó de tal manera, que generó entusiasmo. “A raíz del aislamiento obligatorio que se debe realizar en torno al coronavirus se nos ocurrió esto de colgar un pañuelo blanco en cada balcón o ventana para el 24 de marzo. El año pasado con papel de diario realice pañuelitos y los coloqué en cada columna del barrio”.

Debido a que no se podrá movilizar, desde algunos sectores proponen un cacerolazo a lo cual Gabriela agregó: “La verdad que los cacerolazos los siento muy de clase media, por lo cual no me surgió sumarme, entonces se me ocurrió proponerles a mis compañeras que una forma de decir presente, es colocando un pañuelo blanco”.

Además de resaltar esta interesante iniciativa, es necesario poner la mirada en la compleja situación laboral que la cooperativa está atravesando: “Estamos viviendo momentos muy complejos, ya estábamos con poco trabajo y esto vino  a empeorar aún más las cosas. Actualmente estamos confeccionando barbijos para un privado, el dinero que nos pagan por unidad es muy bajo para nosotras pero sino lo hacemos no generamos ingresos”.

“No estamos generando ingresos como un montón de personas que están dentro del trabajo informal, por lo cual estamos preocupadas. Esto muestra como todas las compañeras y compañeros autogestivos estamos en una situación de desprotección absoluta”, dijo.

Este momento socio económico que, claramente nadie esperaba, vino a desestabilizar el funcionamiento global del planeta, e hizo cambiar ciertos hábitos para afianzar otros. “En este momento en el cual debemos permanecer dentro de casa, creemos que la lucha y la memoria la podemos ejercitar vía redes o medios de comunicación. Pensaba en los familiares de Carlos “Bocacha” Orellano, que mediante la misma mantienen vivo el pedido de justicia. En este mismo sentido queremos afianzar la memoria, e invitar a colgar el próximo 24 de marzo un pañuelo blanco para decir una y mil veces <NUNCA MAS”, concluyó Gabriela Vega.