Existe una manera de analizar los resultados de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que ocupó pocos debates en las jornadas posteriores: el «No voto», en sus diferentes variantes, osciló el 50% en las categorías de Intendente y Concejales de Rosario. A este porcentaje se llega sumando la parte del padrón que no concurrió a votar con aquella que lo hizo pero votó en blanco o anuló el sufragio.

Según los datos presentes en la página de consulta del escrutinio provisorio que puso a disposición el Tribunal Electoral de Santa Fe, unas 814.434 personas estaban habilitadas a votar a los aspirantes a la Intendencia y el Concejo Municipal de Rosario.

Los números marcan que hubo una participación de 57.43% sobre el total, lo que significa que alrededor de 346.705 electores decidieron no concurrir a participar de la jornada electoral.

En la categoría de Intendente, además, unas 20.697 personas asistieron a votar en los diferentes establecimientos educativos de la ciudad, pero lo hicieron en blanco, mientras que otras 29.134 concurrieron y anularon su sufragio (esto equivale al 2,54% y el 3,58% del total habilitado a sufragar en esa categoría, respectivamente).

Las tres variantes del «No voto» acumulan entonces cerca de 396.536 personas, equivalente a más del 48% del padrón electoral del distrito para esa boleta.

Al ver los indicadores de la elección en la categoría de Concejales los números exponen un rechazo mayor. Los que fueron a votar, pero lo hicieron en blanco resultaron 34.435 y los que asistieron y anularon culminaron en 36.431 (4,23% y 4,47%, de la totalidad de los votantes habilitados a participar de la elección de ediles, respectivamente).

La boleta de aspirantes al Concejo Municipal era tan larga que se dificultaba ingresarla en las urnas.

En esta arista electoral, el «No voto» (conformado por electores que no concurrieron y aquellos que fueron y votaron en blanco o anularon) trepa a 417.571, más del 51% del padrón total.

Claro está, ningún espacio político superó estos porcentajes. Unidos para Cambiar Santa Fe, el frente más votado en estos comicios primarios en la categoría de Concejal, apenas orilló el 27% del padrón total.

Sin lugar a dudas, el declive en la participación de la jornada democrática tiene vínculos estrechos con la falta de respuesta de la política a las problemáticas estructurales del electorado que, al depositar su voto en al urna, coloca también la expectativa de una pronta mejoría en el nivel de vida, algo que por distintos motivos ha quedado postergado.

Qué pasó en la provincia

En la provincia, con el 46,5% se impuso el «No voto» en sus diferentes variantes. Cabe destacar que el número total de electores en la provincia informado por el Tribunal Electoral de Santa Fe fue de 2.811.328 personas. Sobre esa base -y tal figura en el portal de consulta del escrutinio provisorio- solo votó poco más del 63% del padrón. A ese 37% de abstención, pueden sumarse 163.323 sufragios en blanco (5,8 del padrón) y 105.323 votos nulos (3,7% de los electores totales).

Esa sumatoria hace trepar el «No voto» hasta el 46,5%, un porcentaje que supera por casi 13 puntos al espacio político más votado en las comicios primarios de este 16 de julio en la categoría de gobernador. Unidos para Cambiar Santa Fe -tomando en cuenta todas las opciones presentadas en la interna- cosechó 952.441 (el 33,88% de los votos en relación al padrón electoral); mientras que Juntos Avancemos (con 421.883 sufragios) consiguió poco más del 15% de los sufragios en concordancia con el total de electores.

De esta forma, ni Maximiliano Pullaro -el precandidato más votado en la categoría de gobernador, con 491.703 votos a favor- ni Marcelo Lewandowski, quien triunfó en la interna de Juntos Avancemos con 270.291 sufragios, consiguieron acercarse al porcentaje de personas que definieron no participar de la jornada electoral o lo hicieron manifestando su rechazo a las opciones disponibles.

No sobra preguntarse si esta tendencia puede permanecer en las elecciones generales del 10 de septiembre. Como indicio puede tomarse lo ocurrido en los comicios pasados: en las PASO de 2019 fue a votar el 69,59% del padrón total, mientras que en las generales de ese año la concurrencia creció al 71,91%. Si el análisis va un poco más atrás, puede marcarse que el 76,33% de la totalidad de los electores asistió a sufragar en los comicios generales de 2015.