Al menos 4.642 personas murieron en Siria, 1.799 de ellas civiles, desde el inicio de los bombardeos de la aviación de Rusia. Por los ataques rusos iniciados el pasado 30 de septiembre, entre los civiles fallecidos hay 431 menores de edad y 262 mujeres.

Esos ataques también causaron 1.276 bajas en las filas del grupo radical Estado Islámico (EI) y otras 1.567 de combatientes del Frente al Nusra, filial siria de Al Qaeda, y de facciones rebeldes islámicas, informó la agencia de noticias EFE.

Rusia comenzó el pasado día 15, coincidiendo con el quinto aniversario del inicio del conflicto en Siria, la retirada de la mayor parte de su fuerza aérea en el país árabe, después de que el presidente ruso, Vladimir Putin, lo anunciara el lunes.

Pese a este repliegue, fuentes del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia indicaron que en la base siria de Hamimim, en la provincia de Latakia, permanecerán al menos cuatro caza-bombarderos SU-35, una decena de helicópteros, carros de combate T-90S, transportes blindados y sistemas de defensa antiaérea.

Anteriormente, el OSDH había señalado que supuestos aviones rusos bombardearon en las últimas horas áreas de las inmediaciones de la histórica ciudad de Palmira, en el este del país, donde el Ejército sirio se enfrenta al EI.

La organización yihadista afirmó hoy en un comunicado difundido en Internet, que mató a cinco militares rusos en esos combates.

Según el Observatorio, al menos 273.520 personas han muerto en Siria desde el estallido de la revuelta en marzo de 2011.