Rusia anunció hoy que detendrá sus ataques aéreos en torno a Alepo durante tres horas todos los días para permitir el ingreso de ayuda humanitaria a la devastada ciudad del norte de Siria, en medio de creciente alarma mundial por la desesperante situación de 2 millones de civiles atrapados allí por los combates.

Alepo, la mayor ciudad y la más poblada de Siria hasta antes del inicio de la guerra, está dividida en un sector este bajo control de los rebeldes que combaten al gobierno del presidente Bashar Al Assad -donde se estima que viven unas 250.000 personas- y otra mitad oeste dominada por el Ejercito nacional sirio.

La zona bajo control de los insurgentes quedó bajo asedio a principios del mes pasado luego de que las fuerzas gubernamentales cortaran el camino de Castello, la principal vía de abastecimiento de la mitad este de Alepo.

El viernes pasado, los rebeldes lanzaron un asalto sorpresivo en el suroeste de Alepo que, aunque les permitió romper el sitio y tomar posiciones dentro del territorio controlado por el Ejército, no sirvió para establecer un corredor seguro para los civiles, que siguen sin recibir ayuda de organismos internacionales.

Hoy, no obstante, los rebeldes lograron hacer llegar, por primera vez en semanas, unos pocos vehículos con comida, sobre todo verduras, al este de Alepo, informó la ONG pro oposición siria Observatorio Sirio para los Derechos Humanos.

En un video emitido por un canal de televisión de la oposición se puede ver cómo un pequeño vehículo con tomates llega a un barrio del este de Alepo y hombres jóvenes se apresuran a descargarlos rápidamente.

«Para garantizar la seguridad total de los convoyes hacia Alepo, se abrirán ventanas humanitarias de las 10 a las 13 locales desde mañana, durante las cuales se frenarán todas las hostilidades militares y los ataques aéreos y de artillería», anunció el teniente general ruso Sergei Rudskoy a periodistas en Moscú.

Rudskoy, que no especificó durante cuántas jornadas se implementará la tregua temporal, dijo que más de 1.000 rebeldes murieron y unos 2.000 resultaron heridos en los últimos cuatro días de ataques aéreos en el suroeste de Alepo, informó la agencia de noticias DPA.

Agregó que se logró establecer un camino hacia una zona en la periferia noroccidental de Alepo que pasa por el shopping de Castello «para garantizar la seguridad y organizar la distribución de alimentos, agua, combustible, medicamentos y otras cosas necesarias al este y el oeste de la ciudad».

«Apoyamos las propuestas de la ONU de establecer un control conjunto de la distribución de ayuda humanitaria a la población de Alepo a lo largo del camino de Castello», agregó.

Añadió que Rusia, aliada de Al Assad en el combate a la insurgencia que intenta derrocarlo desde 2001, trabajará con Damasco para asegurar la seguridad de los envíos de ayuda a Alepo.

La ONU ha pedido un acceso urgente para la asistencia humanitaria en Alepo y ha advertido que 2 millones de civiles están sin agua en la ciudad y en riesgo de sufrir enfermedades graves debido a la intensificación de los enfrentamientos.

Tanto los rebeldes como el gobierno han enviado a cientos de refuerzos a Alepo en anticipación de un combate total que podría cambiar el rumbo a más de cinco años de una guerra que ha destruido el país y dejado más de 280.000 muertos y 12 millones de refugiados o desplazados.

El jefe de asuntos humanitarios de la ONU, Stephen O’Brien, afirmó hoy que la propuesta rusa de una tregua de tres horas diarias no alcanzará para entregar ayuda suficiente en Alepo.

«¿Qué se puede conseguir en tres horas?» Se necesitan pausas de al menos 48 horas para dar tiempo a que los envíos de ayuda sean cargados en camiones y lleguen a la ciudad, como así también para realizar evacuaciones», dijo O’Brien.

La Unión Europea también ha pedido un alto el fuego de 48 horas para suministrar ayuda. Los activistas en Alepo informan que el régimen sirio y sus aliados no han dejado de abrir fuego contra las rutas que llevan a las zonas insurgentes de la ciudad.

El transporte de ayuda resulta difícil porque la ruta que conduce al área insurgente no deja de ser atacada.

Ayer, el gobierno sirio aseguró que se había vuelto a restablecer el cerco que el sábado los insurgentes reclamaron haber roto.

En tanto, un ataque aéreo alcanzó hoy un centro de formación de médicos en la cercana ciudad de Urem Al-Kubra, en control de los rebeldes, y dejó un saldo de cinco muertos, informó el Observatorio.

«En el centro había una sesión de entrenamiento en enfermería. Algunas de las personas que estaban dentro y otras de afuera fueron asesinadas», dijo a dpa Abdel Rahman, de la organización no gubernamental Cascos Blancos. Activistas en el área dijeron que los aviones son presuntamente rusos.

Grupos de derechos humanos y analistas han acusado previamente a Rusia y al gobierno sirio de apuntar directamente contra hospitales en áreas rebeldes.

En mayo, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución en la que demandó proteger los hospitale en zonas de conflicto, días después de que al menos 30 personas murieran en un ataque aéreo contra un hospital en el este de Alepo.

Foto: Abdalrhman Ismail