La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este domingo que trabajaba en un plan de evacuación del Hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza, objetivo de incursiones del Ejército israelí contra el grupo islamista palestino Hamas, y calificó el lugar como «zona de muerte».

La declaración se produjo durante la noche del sábado tras una visita de la OMS y de otros funcionarios de la ONU al hospital, que las tropas israelíes asediaron a principios de esta semana pese a la presencia de cientos de médicos, pacientes y palestinos desplazados por los combates.

Un día antes, el Ministerio de Salud de Hamas anunció la muerte de más de 80 personas en dos bombardeos israelíes de un campo de refugiados administrado por la ONU en Jabaliya, en el norte de la Franja de Gaza, devastado por combates entre Israel y Hamas.

El primer bombardeo, contra una escuela, dejó 50 muertos, y el segundo impactó en una vivienda, donde mató a 32 personas de una misma familia, de acuerdo con las autoridades de Hamas, en el poder en Gaza desde 2007.

La agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) expresó su indignación por un ataque «horrendo».

«Estos ataques (…) deben cesar. Un alto el fuego humanitario no puede esperar más», escribió en la red X el jefe de la organización, Philippe Lazzarini.

En el segundo bombardeo, que golpeó una casa en el mismo campo de refugiados, murieron 32 miembros de la misma familia, incluidos 19 niños, indicó el Ministerio de Salud de Hamas, que difundió una lista de nombres.

El Ejército israelí declaró que estaba analizando las informaciones sobre «un incidente en la región de Jabaliya».

Durante la noche, otro bombardeo israelí alcanzó Khan Yunis, matando al menos a 26 personas, según el director del hospital Nasser en esa ciudad del sur de la Franja de Gaza.

Milicianos de Hamas mataron el 7 de octubre a 1.200 personas en suelo israelí, la mayoría de ellas civiles, y secuestraron, junto a otros grupos armados, a unas 240 personas, incluyendo una veintena de argentinos, según las autoridades israelíes.

Desde entonces, los bombardeos israelíes de represalia en la Franja de Gaza han sido incesantes y mataron, según un balance del Ministerio de Salud de Hamas, a 12.300 civiles palestinos, incluidos 5.000 niños.

El hospital más grande de Gaza, Al Shifa, ha sido un punto neurálgico en días recientes debido a que las fuerzas israelíes acusan a Hamas de usar el establecimiento médico como centro de comando, algo que ha negado el grupo palestino y el personal sanitario.

El domingo, la OMS, el organismo de salud de la ONU, dijo que un equipo evaluador visitó el hospital, que calificó como «zona de muerte» con un cementerio enorme en la entrada y cerca de 300 pacientes y 25 miembros del personal todavía adentro.

«La OMS y sus socios están desarrollando con urgencia planes para la evacuación inmediata de los pacientes restantes, personal y sus familias», dijo la organización en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.

La OMS anticipó que se organizarán varias misiones en los próximos días para evacuar urgentemente a los pacientes restantes con destino al hospital Nasser y al hospital europeo de Gaza, aunque «ya están funcionando por encima de sus capacidades».

Un día antes, cientos de personas evacuaron el Al Shifa, donde había en ese momento más de 2.000 pacientes, médicos y personas desplazadas por la guerra.

Según Hamas, 24 de los 35 hospitales de Gaza han dejado de funcionar.

Y, de acuerdo con la ONU, más de dos tercios de los 2,4 millones de habitantes de la Franja han sido desplazados por la guerra. La mayoría huyó al sur con lo mínimo y sobrevive al frío que se avecina.

A petición de Estados Unidos, Israel autorizó el viernes la entrada diaria por Rafah de dos camiones cisterna con carburante.

Según la autoridad de la parte palestina del paso fronterizo, estos primeros 17.000 litros permitirán reactivar los generadores eléctricos de hospitales y redes de telecomunicaciones.

Las tensiones también son altas en Cisjordania, un territorio ocupado por Israel desde 1967 por Israel, donde unos 200 palestinos murieron a manos de colonos y de soldados israelíes desde el 7 de octubre, según el Ministerio de Salud palestino.

La Casa Blanca afirmó el sábado a la noche que sigue «trabajando duro» para alcanzar un acuerdo entre Israel y Hamas para liberar a los rehenes y marcar una pausa en los combates.

El presidente estadounidense, Joe Biden, dijo durante este sábado por la noche que Gaza y Cisjordania deberían «reunificarse» bajo una Autoridad Palestina «reforzada», y apoyó «una solución de dos Estados», en referencia a la creación de un Estado palestino junto a Israel.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta también la presión de los familiares de los secuestrados por Hamas, que reclaman un acuerdo que permita liberarlos.