Pese a que el mercado especulaba con la posibilidad de que la Reserva Federal (FED) de Estados Unidos comenzara a recortar las tasas de interés a partir del mes próximo, diversos funcionarios del organismo monetario afirmaron que esto recién ocurrirá a mediados de año, en un contexto donde la inflación continúa desacelerándose, aunque a menor ritmo.

El presidente de la FED del Estado de Atalanta, Raphael Bostic se mostró favorable a comenzar con los recortes a mitad de año, aunque dejó abiertas las posibilidades a que se inicien antes, de haber datos más favorables en la inflación.

“La perspectiva es que las tasas empiecen a pasar de ser restrictivas a más neutras desde el verano”, manifestó este viernes en declaraciones al canal CNBC, citadas por la agencia Bloomberg.

El funcionario, quien posee capacidad de voto este año en las decisiones de política monetaria de la FED, destacó el “tremendo progreso” que hubo en la inflación.

“Espero que continúe. Hace un año o seis meses atrás, yo hubiera opinado (de comenzar con los recortes de tasas) en el cuarto trimestre. Pero si el progreso continua, quisiera adelantarlo aún más”, comentó Bostic.

Tras llevar las tasas a un rango de entre 5,25 a 5,50% -el mayor nivel en dos décadas- la FED logró bajar la inflación a un nivel cercano del 3%, acercándose a la meta del 2% anual.

En su pico, en junio de 2022, había llegado a ser del 9,1%, un récord en los últimos 40 años.

En las últimas cuatro reuniones, mantuvo las tasas sin modificaciones, tras realizar 11 incrementos entre marzo de 2022 y junio de 2023.

Bolstic prevé dos recortes en las tasas para este año, aunque podrían ser tres si la inflación se desacelera más de lo previsto.

De todos modos, aclaró que no hay apuro para comenzar pues el mercado laboral y la economía siguen sólidos, y aún no hay evidencia clara de que los precios se desacelerarán al 2% anual pretendido por la FED.

En la misma línea, el presidente de la FED de Richmond, Thomas Barkin señaló este viernes que los funcionarios necesitan más datos antes de recortar tasas.

Hace semanas atrás, el mercado apostaba que la FED haría las primeras reducciones tan pronto como en la próxima reunión del 21 y 22 de marzo, pero las recientes declaraciones de los funcionarios de la entidad cambiaron las expectativas.

A esto se le suma una cierta ralentización en la baja del índice inflacionario.

Las cifras de enero, publicadas esta semana, fueron superiores a las anticipadas: el índice de Precios al Consumidor fue del 3,1%, una desaceleración respecto al 3,4%, pero por encima del 2,9% que se proyectaba.

En tanto, la inflación subyacente –que excluye los valores de alimentos y energía- se mantuvo en 3,9%, casi el doble de la meta de la FED.

Por su parte, los precios mayoristas registraron una suba de 0,3% mensual en enero, mayor al 0,1% anticipado.

A esto se le suma que las ventas minoristas crecieron 0,8% el mes pasado, según indicó el Departamento de Comercio, lo cual también puede ser evaluado por la FED como un signo de recalentamiento en la economía.

“La FED estará preocupada por los reportes de inflación minorista y mayorista de enero. La inflación sigue presente en muchos sectores de la economía pese a que bajaron los precios en la nafta, alimentos básicos y bienes durables”, comentó Bill Adams, economista de Comerica Bank.