La agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) afirmó este jueves que podría verse obligada a cesar sus operaciones en todo Medio Oriente «a finales de febrero» debido a que 13 países suspendieron sus donaciones, luego de que Israel acusara a sus empleados de estar involucrados en el ataque de Hamas del 7 de octubre.

La denuncia fue respaldada por el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, quien dijo que el organismo es el movimiento islamista «con un lavado de cara».

«Si los financiamientos siguen suspendidos, muy probablemente tendremos que cesar nuestras operaciones a finales de febrero, no solo en Gaza, sino en toda la región», señaló el jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, en un comunicado.

La agencia está también presente en Cisjordania, Líbano, Siria y Jordania.

Varios países donantes anunciaron la suspensión de sus ayudas después de que Israel afirmara que 12 empleados participaron en los ataques de Hamas del 7 de octubre en el sur de Israel.

Según la ONU, la UNRWA es la «columna vertebral» de la ayuda a Gaza, pero Israel la acusa de estar «totalmente infiltrada por Hamas», informó la agencia de noticias AFP.

Ante el aluvión de suspensiones de ayuda financiera que sufrió el organismo tras las acusaciones de que algunos de sus empleados habrían estado implicados en el ataque, Guterres se reunió el miércoles en Nueva York con los principales donantes.

La disputa se intensificó el martes cuando Israel acusó a la UNRWA de permitir a Hamas utilizar las infraestructuras de la agencia en Gaza para actividades militares.

Por ello, Israel volvió a arremeter este jueves contra el organismo de Naciones Unidas Gallant dijo este jueves que la UNRWA podría equipararse a Hamas, pero «con un lavado de cara», razón por la que considera que el organismo «ha perdido su legitimidad para existir en su forma actual».

«Fondos de países de todo el mundo han sido canalizados a través de la UNRWA y se han utilizado para fortalecer la infraestructura terrorista y para pagar a los terroristas», enfatizó Gallant ante un grupo de embajadores de varios países ante Naciones Unidas.

Esta delegación está liderada por el representante de Israel ante Naciones Unidas, Gilard Erdan, según detalla el Ministerio de Defensa en un comunicado en el que no ofrece más detalles sobre los integrantes del grupo, ni tampoco sobre el lugar y hora de la reunión con Gallant, informó la agencia de noticias Europa Press.

Según el texto, Gallant volvió asegurar que las Fuerzas de Defensa de Israel «seguirán operando hasta que logren sus objetivos», como son el desmantelamiento de las capacidades militares y administrativas de Hamas, y el retorno de los rehenes.

El domingo, Guterres dijo que de los 12 empleados acusados por Israel, nueve fueron despedidos inmediatamente, uno fue confirmado muerto y «la identidad de los otros dos está siendo aclarada».

El secretario general también llamó a todos los países a mantener su financiación al organismo.

El 7 de octubre, combatientes del movimiento islamista se internaron en el sur de Israel y mataron a unas 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron en su huida hacia la Franja de Gaza, a cerca de 240 personas, entre ellas una veintena de argentinos.

Un centenar fue liberado en una primera tregua en noviembre en un canje con prisioneros palestinos.

En respuesta, Israel lanzó una ofensiva para «aniquilar» a Hamas, una operación que dejó hasta el momento más de 27.000 muertos, en su mayoría mujeres, niños y adolescentes, según el último balance del Ministerio de Salud de Hamas.